jueves, 21 de mayo de 2009

Dia del Padre

Imagen del día: seis hombres jóvenes, cada uno con una botella de cerveza en la mano, y dos de ellos tiran de sendos carritos de madera (Bollerwagen) llenos de más botellas de cerveza y otras bebidas alcohólicas, comida (¡espero!), y un aparato para oír música (éste sí está a la vista). Van animados por medio del campo. La imagen se repite por toda Alemania en Christihimmelfahrt, la fiesta de la Ascensión, jornada festiva el tercer jueves de mayo. Curiosa forma de celebrar. Sin mujeres y sin niños, pues si celebran el Día del Padre será porque los tienen, así que al menos podían celebrar con ellos, como hacemos las madres en nuestro día. Es como volver a tener 16 ó 18 años y salir a emborracharse con los amiguetes, sin ningún otro plan. Debe ser curioso el regreso del padre por la tarde o noche, embriagado: "Mamá, ¿qué le pasa a papá?", "Que ha estado celebrando el Día del Padre, hijito, para olvidar que te tiene a ti, y que desde entonces su vida ha cambiado". Las estadísticas dicen que es uno de los días del año con más accidentes de coche (y eso que en Alemania se respeta bastante lo de no beber cuando hay que conducir) y con más broncas...

Me hace gracia que no haya consenso para la fecha. La más acertada elección me parece la española, con el día de San José, que bastante de padre tenía y más por el mérito que tuvo de ocuparse de uno que no era suyo. Los alemanes celebran en la Ascensión, los belgas el segundo domingo de junio, los holandeses el tercero, y hay más variedad de fechas por el mundo. El Día de la Madre está más repartido a lo largo del año de lo que yo me pensaba, pero en la mayoría de los países europeos se celebra el segundo domingo de mayo, o el primero, como en España.

El Día del Padre es uno de estos días que sorprenden en este país, por ser una de esas fiestas institucionalizadas como válvula de escape, como catarsis de un colectivo ¿oprimido? No lo creo: incluso en Alemania siguen siendo las madres las que llevan el peso de la educación de los hijos. Así que brindemos: Prost!, ¡a celebrar!
[Éste es el carrito típico utilizado, el Bollerwagen, normalmente usado en excursiones con la familia para meter las viandas y provisiones, e incluso a los niños y tirar de ellos.]

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