domingo, 24 de mayo de 2009

Loriot : el humor alemán

Hoy he visitado una exposición dedicada a Loriot, humorista alemán por excelencia. Nacido en 1923, ha sabido como nadie plasmar el humor alemán. Uno de esos personajes que se dan con poca frecuencia, por artista multifacético: dibujante, escritor, escenógrafo, actor y director de cine. Pero la imagen que predomina es la de sus sketches de televisión de los años setenta. Reconozco que he tardado años en reírme con este tipo de humor, tan serio y tan alemán. Durante años he visto estas historietas en la tele y no me han hecho especial gracia y me preguntaba si el humor es cultural. Y pienso que sí: no nos reímos de las mismas cosas. Los españoles producimos un humor más punzante, lleno de palabrotas (somos especialistas), y si bien ese humor también existe aquí en las nuevas generaciones de humoristas, pienso que nadie como Loriot representa ese humor alemán capaz de ridiculizar el modo de vida burgués y la falta de comunicación entre las personas, un problema muy alemán.

Soy asidua visitante de exposiciones, pero nunca en ninguna he oído a la gente reírse a carcajadas al contemplar lo expuesto. Y yo no he podido evitarlas al ver la famosa "Jodelschule", la escuela donde se aprende el lenguaje de las canciones tirolesas: . Un ama de casa acude a este cursillo, pues quiere tener su propio diploma de algo, y estar preparada para cuando los hijos crezcan y se vayan de casa y ser útil para la sociedad. El profesor realiza un dictado y corrige a los alumnos cuando los "holeri dedudeldi" o "diridiri dudeldi" no son correctos. O la archiconocida historia del señor todo estirado que le está haciendo una declaración de amor a la no menos seria candidata, y están en un restaurante y el le dice, "mírame a la cara y escucha lo que te voy a decir" y ella no hace más que mirar al trozo de espagueti ("Nudel") que tiene sobre el labio, y él no es más que un pedante que recrimina al camarero que la taza está sucia y lo que es peor, que hay un trozo de espagueti en el café.
Y es que como dice Loriot: "Heiterkeit ist ohne Ernst nicht zu begreifen", o lo que es lo mismo, la gracia no se entiende sin la seriedad. Entonces, si los alemanes son serios, la conclusión es que a pesar de todo tienen su humor y lo que es mejor, a veces (aunque por desgracia no siempre en la vida diaria), saben reírse de sí mismos.

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