martes, 19 de mayo de 2009

Kurtaxe

Kurtaxe: Kur = 'cura o tratamiento', Taxe = 'impuesto'

Dícese del impuesto que se cobra en los lugares de vacaciones considerados saludables porque estén al lado del mar o de un lago (el Lago Costanza, p. ej.) y con infraestructura de vacaciones, y en ocasiones con balnearios (para justificar la causa, claro). Este impuesto va a las arcas municipales, y se justifica como necesario para mantener limpias las playas y demás instalaciones (como baños públicos o duchas). Los visitantes que reservan una estancia en un hotel o apartamento lo pagan directamente por día de estancia, y los que van a la playa sin pernoctar en el lugar, lo pagan al entrar en ésta. Y ahí viene el shock: ver la taquilla al entrar en la playa y a la gente pagando religiosamente la entrada, como cuando vas al cine. Hay playas donde es más fácil el acceso sin pagar, pero al rato vendrá alguien pidiéndote o el resguardo de que has pagado o el pago correspondiente. Si no habrá multa...

Yo me pregunto si el pago por gastar el aire del lugar y pisar la arena de la playa no es más contraproducente y un mal reclamo. Si el lugar no se puede permitir ser un lugar de vacaciones, que lo dejen al natural y no monten toda la parafernalia de hoteles y cafés, bares, restaurantes y tiendas alrededor. ¿O es que no viven ya estos negocios de los visitantes y, por tanto, el tan pintoresco lugar? Yo siempre les digo a los alemanes que justifican la Kurtaxe que me parece lo mismo que si cobraran por entrar a pasear al bosque, que es también un espacio sano y propiedad de todos. Habrá que recordar la que se organizó hace años cuando las Baleares implantaron la ecotasa, que yo aplaudí diciendo que había que aplicarla sólo a los turistas alemanes, que al fin y al cabo son los que llenan las playas de Mallorca.

A mí, desde luego, no me atrae ir a la playa alemana, por las siguientes razones: a) la Kurtaxe: ver lo precedente; b) el clima: si hace bueno, será imposible llegar hasta allí por el atasco en la autopista, será imposible aparcar, y tras pasar por taquilla te sentirás como en Benidorm; y si hace malo te "alegrarás" de haber reservado tus pocos días de vacaciones del año en un sitio cuya playa no pisarás, pero cuyo mantenimiento pagarás a diario; y c) por alguna que otra experiencia personal.

Como la última vez que fui, hace ya cinco años, con visita de España (me encanta la cara del turista español al ver que hay que pagar). Tras pagar la entrada (¡eso sí, yo soy alemana y no me cuelo!) acabábamos de montar un Strandmuschel (otro invento alemán, una especie de lona, en forma de concha, que se engancha en el suelo como una tienda de campaña, que sirve para resguardarse del sol). Tras instalar tal armatoste e ir a dar la comida al bebé, se presentó la señora de la taquilla para decirnos que lo desmontáramos, que en el Mar Báltico no está permitido el uso de Strandmuscheln... Claro, miramos alrededor, y efectivamente, éramos los únicos: solamente había Strandkörbe, otro invento de la costa alemana, unos sillones en forma de cesta donde resguardarse del sol (es decir del viento y del frío en la mayoría de los casos), y no había ni sombrillas y menos aparatos como el nuestro. Yo le dije a la señora que en otra playa lo puse una vez y no me dijeron nada, a lo que me respondió: "Claro, sería en el Mar del Norte pero en el Báltico está prohibido en toda la costa". No sólo nos habíamos equivocado de costa, sino que tras dar de comer al bebé (le pedí permiso a la funcionaria de turno a que me concediera al menos esos minutos; le costó acceder, no fuera a ser que yo sentara un precedente) desmontamos el invento y nos fuimos a pasear por tan plácido lugar. El comentario de mi hermano fue: "Vamos, ni que estas playas fueran Las Seychelles". Y nos fuimos riendo y yo por mi parte con la determinación de no volver... Y hasta ahora.

Ahora con lo del cambio climático, se oyen muchos comentarios de que las playas alemanas se podrían convertir en la Riviera del norte, donde vendrán los turistas que ahora van al Mediterráneo huyendo de playas que se convertirán en desiertos. Sin comentarios.

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