jueves, 14 de octubre de 2010

La HafenCity

No voy casi, porque no me cae a mano, pero tras no haber ido desde hace mucho a la HafenCity, el nuevo barrio de Hamburgo, me ha sorprendido hoy. La primera vez que lo vi, hace tres años, me pareció muerto, sin vida. Es normal, porque los primeros inquilinos acababan de mudarse a sus modernísimos apartamentos, probablemente una mezcla de yuppies, solteros, parejas sin hijos, y gente moderna con dinero, pues los precios no le permiten a cualquiera comprar vivienda ahí. Pero tres años después, parece que la vida ha entrado a la HafenCity. No hay marcha nocturna, eso ya lo comprobé hace tiempo un viernes por la noche, pero de día hay mucho movimiento. Muchas empresas se han mudado ya hacia la modernidad de Hamburgo: Unilever o SAP, entre otras. Pero lo que le ha dado mucha vidilla al conglomerado de ladrillo y todo tipo de arquitectura moderna, canales, barquitos, paradas de autobús, y grúas y más grúas por todas partes, es la cantidad de gente que trabaja allí, aunque ésos se van por la tarde, pero sobre todo las tiendas, restaurantes, y una guardería y un colegio cuyo recreo está en el tejado del edificio, nada para los niños que tengan vértigo, y complicado para jugar a la pelota... que como se les caiga a los chavales... aunque teniendo en cuenta que vivimos en Alemania, no estará permitido jugar a la pelota. Asunto solucionado.

Ahora mismo viven 1.500 personas en los barrios existentes (hasta barrios tiene la zona), y de día trabajan 6.000 allí, con lo que cabe dudar si los niños que van a ese colegio sean niños que vivan en la HafenCity, sino probablemente sus madres los dejen allí mientras trabajan, pues es una escuela para todo el día, algo que casi no existe en Hamburgo. Allí hay necesidad, parece, algo es algo.

Y así, de la nada, le han quitado espacio al río Elba, se han cerrado terrenos, y junto al puerto, en un enclave privilegiado, ha salido un barrio céntrico de la nada. El metro llegará en 2012, aunque ya lleven demasiado tiempo construyéndolo. Pero el metro tardó 20 años en llegar al aeropuerto, así que ahora van "rapidito".

Y siguen y siguen construyendo. Y lo que falta. Para el que le interese seguir leyendo, http://www.hafencity.com/en/home.html, pues ahora viene mi visión, que es menos objetiva, por supuesto:

Así de avanzada está la Filarmónica, la nueva sala de conciertos para la orquesta de ídem. En opinión de la mayoría, innecesaria y un despilfarro pues el presupuesto se ha multiplicado a lo largo de las obras. ¡Pero qué más da el dinero!, si se necesitan un par de milloncejos más, se sacan de donde no hay, pues va a quedar bonita, ¿verdad? Y si se cierran bibliotecas, o no hay dinero para otras cosas, da igual, que para eso es un edificio de prestigio de arquitectos de renombre, y nos va a quedar muy chic.

Una de las calles más estupendas. Parece una maqueta, de lo perfecta que es. Y en esos pisos vive gente. Son los primeros que construyeron.

Ésta es una de las calles más recientes. Aquí hay tiendas, restaurantes, y eso de que tiene vidilla... vamos a dejarlo, pero esto es Alemania, y las calles están así frecuentemente, a mitad del día, por muy moderno que sea el barrio.

La terminal de cruceros, donde en temporada alta de viajes en barco, llegan toneladas de viajeros ávidos de ciudad. Esto no es el Caribe, ni las islas griegas (miren el cielo), pero vienen turistas en crucero. Faltaría más, que para eso tenemos un río que parece un mar, y uno de los puertos más importantes del mundo.

Las obras siguen y seguirán. Parece Berlín en sus mejores tiempos.
  
Y lo más feo de la HafenCity, el ViewPoint, o plataforma donde subirse y ver lo de alrededor. Es una birria y no tan alto como parece o debería ser, pero se ve bastante, y me permitió tirar todas las fotos. Probablemente el artefacto acabe luego o en la chatarra o como pieza de museo, si es que no lo rebautizan para ver cómo se deteriora el barrio si llegan inmigrantes, y caen los precios de la vivienda en la zona, lo cual no se cree nadie, ninguna de las dos cosas. Pero y lo chulo que está quedando el barrio, chirimbolo incluido.

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