lunes, 11 de octubre de 2010

Volver

Existen esos lugares que siempre nos acogen cuando estamos desvalidos, esos sitios a los que retornar pidiendo asilo, o exilio. Existen lugares de los que nunca debimos partir, aquellos a los que siempre querríamos retornar, aunque ya no sea posible salvo brevemente. Existen sitios en los que se nos cae algo la losa que llevamos encima, en los que la carga es menos pesada o en los que parece leve. Existen lugares a los que conducen todos los caminos. Para otros se rompieron los puentes, y no es posible volver. A otros sin embargo, sí que puedes regresar, pues te devuelven lo mejor de ti y los puentes vuelven a existir y si no existen tú los volverías a montar, en cuestión de segundos, porque siempre deseas un retorno. A otros, aunque te sea posible volver, ya no lo quieres, porque no puedes.

Existen sitios donde tú eres más, porque eres parte del aire, del paisaje, de los adoquines. En otros te sientes como un cuerpo extraño, fuera de lugar. Y lo mismo con los que te rodean. Hay personas con las que los puentes existen, aunque no las veas. Nunca se destruirán. Y si las vuelves a ver, eres parte de aquel mundo otra vez. Porque ese mundo eres tú mismo.

Sin embargo, han pasado más de tres años y nada parece igual. Han pasado bastantes meses, y todo parece igual. Han pasado pocos meses, y todo es lo mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario