sábado, 3 de octubre de 2009

Día de la Unidad Alemana

Curiosamente yo siempre digo en español que el 3 de octubre es el Día de la Reunificación Alemana, pero si pienso en el orginal, no es ésa la traducción sino el Día de la Unidad Alemana (Tag der deutschen Einheit). Pero al fin y al cabo da igual, pues lo que se celebra es la reunificación de las dos Alemanias, esa Wiedervereinigung que fue un hecho histórico para este país. Así que más que unidad, que me parece una meta más compleja y abstracta, sí que se ha logrado la reunificación física. Porque en las mentes sigue existiendo una frontera divisoria, que cada vez es más difusa, pero se sigue distinguiendo entre el este y el oeste de Alemania, que es más que una diferencia geográfica, pues 41 años de historia separada con regímenes políticos distintos no se pueden reunificar o unificar de golpe.

Tras la caída del muro el 9 de noviembre de 1989, la reunificación de los dos estados fue el primer objetivo, quizá como rúbrica a una tarea mucho más difícil de lograr. Hubo voces que pedían cautela y un retraso de tal fecha, pero quizá el acierto fue hacerlo tan rápido. Ni siquiera se eligió el 9 de noviembre, que hubiera sido la fecha adecuada, por tener demasiado peso a sus espaldas al ser también la fecha de la noche de los cristales rotos, en la que Berlín ardió y se inició la persecución de los judíos. Y se eligió al azar el 3 de octubre de 1990, por ser la más rápida posible, tras la Conferencia para la Paz y Seguridad en Europa el día anterior. Recuerdo ver en las marquesinas de las paradas de autobús los carteles anunciando tal fecha histórica y pensar que era curioso, habiéndo llegado ese mismo año a Alemania, toparme "por casualidad" con una reunificación de dos países, así tal cual. De esa fecha me queda la imagen de los fuegos artificiales sobre Berlín, del concierto en el teatro de la plaza Gendarmenmarkt, en la foto histórica de los gobernantes en las escaleras del mismo, todo visto por televisión obviamente. Pero cuando estoy en esa plaza tan bonita, recuerdo ese día.

Desde entonces cada año se encarga de las festividades por la Reunificación, perdón, Unidad, el Estado Federal que tiene ese año la presidencia del Consejo (Bundesrat), y este año le toca al Sarre. El año pasado fue en Hamburgo, y en la HafenCity, el nuevo barrio de Hamburgo, se desplegaron las casetas de presentación de cada Estado Federal, con su gastronomía típica. No sé por qué siempre el 3 de octubre queda muy deslucido por la lluvia o cielo gris, como hoy, pero lo que no desluce es lo logrado en estos 19 años. La impresión fue que todo se hacía muy rápido, y si no todo ha salido bien, mucho sí, y Alemania no dada a despliegues patrióticos, ni desfiles militares, celebra cada año su fiesta de una manera bastante silenciosa. Porque tampoco hay que alardear tanto de las cosas bien hechas. Y porque todavía queda mucho por arreglar.

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