viernes, 9 de octubre de 2009

Para allá otra vez

Volar es divertido. Y hay diversas modalidades. Se puede volar solo, acompañado, con poco equipaje, con mucho equipaje, con carro, maxi-cosi, bolsa de pañales, con tripa de embarazada, con tripa de embarazada y una niña pequeña de la mano, con un bebé encima hasta los dos años (pues no les dan asiento propio), o todo sofocado y amenazando a tu hijo para que se quede sentadito para aterrizar y despegar, contento porque llegas o triste porque te vas. Pero aunque no sea un vuelo transatlántico, un vuelo de tres horas con dos bebés o críos pequeños agota. Ahora que vuelvo a disfrutar de los vuelos, pues mis hijas ya se entretienen solas leyendo o pintando, vuelve todo a ser más rutinario otra vez. ¡Y hasta puedo leer!

El trayecto Hamburgo-Madrid lo he hecho muchísimas veces, directo o con escala en muchas capitales europeas. Me gusta volar. Y siempre me vuelve a parecer un milagro que levanten el avión en el aire, y lo lleven donde quieran. Más extraño es el mundo de los aeropuertos, que parecen lugares de nadie y sin patria, y con una mezcla tan variopinta de gente. Una vez que te metes en uno de ellos, te escupen a otro aeropuerto de otro sitio lejano. Y lo increíble es que incluso tras un vuelo relativamente corto, salgas a otro mundo tan completamente distinto. La llegada a España siempre me encanta, cuando veo desde arriba la meseta y "mi tierra", tras meses sin estar ahí (y hace muchos años incluso un año completo), y si ya veo las torres KIO a lo lejos en el horizonte madrileño, me emociono, no porque sean bonitas, pero sí que son inconfundibles.

Es la vida de las idas y las venidas. Siempre a camino entre dos sitios. Maletas para acá, maletas para allá. Soy afortunada de conocer tan a fondo dos mundos. Pero a veces me siento perdida entre ambos. Ahora disfrutaré del otro lado. Esta vez trataré de relatar algo desde ese lado, algo que nunca he hecho. A lo mejor cambia la perspectiva, algo que no creo, pues la mirada es la misma. Hasta muy pronto a todos. Gracias por leerme y estar ahí, aquí y allí, o allí y aquí, según se mire.

No hay comentarios:

Publicar un comentario