jueves, 20 de agosto de 2009

¡ 34° C !

Tener 34° C en Hamburgo es como si en Sevilla refrescara de golpe y tuvieran 15° C en un mes de agosto. Es como estar fuera de lugar. Lo bueno es que ya nos lo venían anunciando: desde el lunes vengo oyendo que el jueves sería el día más caluroso del año, y aquí no se equivocan. El margen de error de los pronósticos del tiempo es mínimo. Si dicen que va a llover llueve, y te lo dicen de forma muy precisa: tanto por ciento por la mañana, tarde o noche. Me hace gracia la información del tiempo en España: "... con probabilidad de lluvia en el Cantábrico". Decir que "podría" llover en alguna parte del Cantábrico, incluso aunque vivas por allí, es como si no te dijeran nada.

Hamburgo con 34 °C; es como estar en los trópicos, por la humedad del aire. Y la gente sale a la calle, incluso en las horas de máximo calor, algo que en España se evita si se puede. Pero son días únicos, y tienen algo de perecedero, pues sabes que podría ser el último del verano, y más estando ya a estas alturas del mes de agosto. Pero empezamos a ponernos catastrofistas. El calor es la primera noticia con la que abre el periódico local (Hamburger Abendblatt) su edición del día, con el titular "El pronóstico para el siglo: 44 grados en Hamburgo". Vamos a ver, ya me parece sospechoso empezar una noticia así, y debajo hay una foto con niños tirándose a una piscina. Luego hablan de la crisis de las piscinas al aire libre, que se quejan de que la cifra de bañistas ha bajado un 40% respecto al año pasado, para luego decir que "a largo plazo" no nos tenemos que preocupar por las piscinas, ya que los investigadores pronostican para Hamburgo veranos con hasta 44°C "en algún momento de este siglo". Esto es la monda. No digo que no vaya a ocurrir, pero lanzar una noticia así de imprecisa, que tampoco a mí me parece tan mala (aunque ni en España se llega a esa temperatura en verano, algo incrédula soy), me parece una tomadura de pelo. Pero bueno, al menos si se alegran las piscinas de que en el 2080 a lo mejor llegamos a 44°C podremos disfrutar el día de hoy.

El artículo continúa en el interior del periódico anunciando que la noche será "tropical", con 20°C; desde 1950 sólo hemos tenido 11 noches "tan calurosas", y cinco de ellas fueron en 1994 (no lo recuerdo; mis veranos en Hamburgo han sido siempre más bien fresquitos, salvo días contados, ¡y tan contados!). Lo mejor: en las próximas dos semanas no vamos a bajar de los 20°C. Y luego analizan cuáles son los ganadores y perdedores del verano. Ganadores: las heladerías, los Beach-Clubs en el Elba, los que alquilan canoas, las barbacoas (que dejan 300 toneladas de basura en los parques públicos o a orillas del Elba al año; está todo contabilizado), y los conciertos de verano. Los perdedores son las piscinas al aire libre, y eso sólo en Hamburgo, y no en el resto del país, con lo cual los hamburgueses tienen que llevar la contraria hasta en eso. Curioso. Para mí el tiempo es ya una noticia en sí, pero los alemanes comen helados todo el año, alquilan canoas hasta con mal tiempo, y hacen barbacoas en cuanto sale un rayito de sol. Veremos lo que nos depara el futuro (veraniego) hasta el 2100. Ich bin gespannt! (me pica la curiosidad).

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