lunes, 24 de agosto de 2009

"La rentrée"

En los dos años y medio que pasé en Bélgica, había una palabra en francés que me gustaba especialmente: la rentrée, es decir, 'la vuelta al cole'. Me encantan las palabras en otros idiomas que economizan lo que el nuestro expresa en varias, o al revés. En esta época del año se veía por todas partes esa palabra, y, como muchas palabras en francés se asemejan a las nuestras, yo me la traducía como 'la reentrada', que en el nuestro ni existe, pero al ver la cantidad de material escolar y carteles por todas partes, acabé por comprender su significado. Y al final, esa rentrée es la vuelta a todo: a la actividad política, al trabajo y por supuesto que al cole, y se utiliza para cualquier ámbito.

Esta semana ha comenzado con vistas a nuestra rentrée. El jueves es la vuelta al cole, y es momento de abrir la siguiente etapa del año, una vez concluidas las vacaciones. Las seis semanas dan para desconectar, pero los niños, dependiendo de la edad, o no tienen ganas todavía, o están deseando volver al cole (los más pequeños). Los que comienzan primaria, empezarán un par de días después, con lo cual se vuelve a hacer todo escalonado, no sea que nos atasquemos, como en las autopistas. Con lo cual, tendré a una niña en el cole, y otra no, dándole más gracia al asunto. Al menos este verano hemos tenido un tiempo decente, con mucho sol en Hamburgo, pues es desesperante volver a empezar la actividad diaria sin haberse quitado la gabardina todo el verano.

Lo que me gusta de Alemania en este asunto es que no hay que comprar libros (lo hace el colegio). Pagamos 50 € por curso para libros (y material escolar) y ellos los compran y se van pasando de un curso a otro, hasta que los libros no pueden más. Antes eran completamente gratuitos, y esa fue una de las vacas sagradas que hubo que sacrificar, con mucha oposición. Creo que es una inversión que merece la pena, pues antes se caían a trozos y trabajaban con muchas más fotocopias en papel ecológico (muy buena medida, pero el papel tan gris anima a estudiar tanto como el cielo gris...). En España el gasto en libros escolares es inmenso, y la parafernalia que se monta alrededor de la venta de libros una exageración. Aquí no se ven esos mostradores con libros escolares, sólo con material, pero hasta en eso nos lo ponen cómodo, como otra profesora que por una transferencia bancaria de 25 € se encarga de comprar los cuadernos, y cierto material, para que sea lo que ella quiera y sean todos iguales, con lo cual yo me beneficio de tanta igualdad. Así que empezamos sin gran estrés, o al menos yo. Así que "reentremos", que las almas ociosas se desperdigan por ahí. O como dice mi madre, cada mochuelo a su olivo.

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