viernes, 14 de agosto de 2009

¿No es lo mismo?

Me sorprende la sentencia dictada ayer por el Tribunal Supremo de Alemania que libra de una multa a un hombre que poseía camisetas con la expresión nazi "Blood and Honour" argumentando que al ser una traducción no evoca al término nacionalsocialista de la misma manera que si fuera en alemán. Evidentemente. Pero creo que hay que tener cuidado con estas distinciones. El tribunal alega que el código penal no es el medio de erradicar dicha mentalidad. Desde luego que no, pero entonces tampoco habría que prohibirlas en alemán si al fin y al cabo la ley no logra nada: o se permiten en todos los idiomas o en ninguno, sobre todo teniendo en cuenta el alcance del inglés y que el efecto que se pretende lograr con la inscripción, aunque sea en inglés, es el mismo que en alemán, estando acompañada además la frase de los colores y estética típica de tal doctrina.

En Alemania están prohibidas, por ejemplo, combinaciones de letras como KZ, SS o SA en las matrículas de coches. Aquí, las matrículas llevan primero las letras del lugar de procedencia del coche (HH es Hamburgo, B es Berlín y HB Bremen). Ver coches con las letras HB me pareció durante años curioso y siempre pensaba que en el País Vasco de los años 90 serían muy bienvenidos en algunas zonas, al igual que los coches de San Sebastián (SS) les gustarían a ciertas personas aquí. Luego aparecen una o dos letras que son aleatorias, o si se paga una cantidad de dinero (20 €) se pueden elegir. Mucha gente elige sus iniciales, o las de su equipo de fútbol, o los de Bad Segeberg (SE), por ejemplo, pagan para tener una X, y así se ven coches con la matrícula SE X. Y luego viene un número. Pero las combinaciones mencionadas arriba siguen sin estar permitidas. En general la sociedad es muy susceptible a cualquier declaración que pueda suscitar polémica respecto a esos años tan negros de su historia, y aunque el tema se trata con toda objetividad y sin tapujos, sigue siendo un tema doloroso con el que siempre hay que andarse con pies de plomo.

Supongo que esta sentencia tendrá consecuencias al poderse utilizar incluso aquí frases que, aunque están prohibidas en alemán, si que las puedo utilizar traducidas a otros idiomas, pues en otro idioma puedo decir lo que quiera. Por tanto puedo imprimir camisetas con la frase "El trabajo libera", y por si muchos no cayeran en la cuenta de la alusión pretendida, si la acompaño con ciertos símbolos o imágenes, todo el mundo sabrá que me refiero a la frase en la entrada de un campo de concentración. Por supuesto que la frase en alemán suena más fuerte, por ser la auténtica, pero la gente que busca ciertos símbolos asocia perfectamente el significado e intención correspondiente, y ése es el publico receptor. Y las connotaciones están siempre presentes, y me da igual el idioma que sea. Quizá la sentencia no sea desencaminada del todo, y se deben ir levantando tabús, pero si la sociedad no está prepararada todavía, dejémonos de traducciones, pues al fin y al cabo es lo mismo.

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