sábado, 15 de agosto de 2009

Pescaíto o Fisch

Hoy he vuelto a mi puesto de pescado de aquí. A pesar de que están bien surtidos, el panorama me parecía desolador: ni gambas, ni cigalas, ni sardinas, ni boquerones, ni pescadillas, ni pescaíto. Y eso que en Hamburgo, por su cercanía al mar, no nos podemos quejar. Se consume pescado, pero son otros tipos, más nórdicos, y por supuesto que es más caro. Me he conformado con mi Scholle, que me he preparado a la manera de aquí, y me he acordado de que por el precio de un kilo de gambas, aquí te venden cuatro como mucho.

Hace justo tres semanas fui al mercado de Islantilla, a comprar pescado. El mercado es pintoresco, una mezcla de mercado al aire libre y edificado. Abundan sobre todo los puestos de pescado, dada la zona. Y por eso me encantó especialmente, pues soy devoradora de pescado. Pasé un rato divertido a la cola, tras el "quién es el último" al que no estoy acostumbrada aquí, que al final no sirvió de nada pues atendieron al que les dio la gana cuando quisieron. Todavía tengo en mis oídos el "a ver, atiende a la 'mushasha'" con el que la jefa se refirió a mí. Vocerío y gracejo andaluz. Las cuatro dependientas eran guapísimas, repeinadas, maquilladas, luciendo escote. Se me coló todo el mundo, y ellas mismas se aturrullaron "organizando" el jaleo: que si me limpias esta pescadilla o estos lenguados, las unas a las otras, y luego a mí otra vez "niña, ¿no te llevas gambas?". Estuve un buen rato esperando, para al final llegar a casa y decirme mi madre: "¿Pero no dijiste que te limpiaran los lenguados?" Claro que lo dije, y esperé, pero en balde. Pero y lo bien que me lo pasé ese rato, entre toda la algarabía. Sostenibilidad, reserva pesquera y fondos marinos son términos que me vinieron a la mente, pues me sorprendió ver tantos "pezqueñines". A la pregunta de si eso es legal, la respuesta fue "no, pero lo pescan". Los eurócratas nunca cambiarán ciertas cosas, al menos en España. Me parece curioso que en español exista la diferencia entre "pez" y "pescado", el vivo y el muerto destinado al consumo, y en otros idiomas no: el alemán Fisch es todo, y lo mismo fish en inglés, y poisson en francés. No es casualidad; nosotros necesitamos las dos palabras.

Pero el no va más fue el mercado de Isla Cristina, donde fuimos un par de días después, que me dejó traumatizada de cara a mi vuelta: más puestos aún de pescado y una variedad impresionante. Menos mal que no vivo en Baviera, donde comprar pescado es una tarea difícil y la dieta es otra que en el norte de Alemania, que si no me hacía definitivamente pescadera o pescadora.

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