sábado, 26 de junio de 2010

"Cuarenta y"

Hace unas cuantas semanas vi la segunda parte de "Sexo en Nueva York", y me decepcionó bastante. No es que la primera fuera maravillosa, pero iba más en la línea de la serie, que me gustó mucho. Pero la continuación es más de lo mismo y menos de lo de siempre. Tiene la misma chispa en algunas escenas, pero en otras se les va la olla a los productores. Por muy fashion que sea una mujer, no me imagino que se pueda caminar por el desierto con taconazos imposibles. Y mi amiga y yo, al ver tanto pecho cuarentón y cincuentón enlatado en vestidos de jovenzuelas, y piernas dignas de vestidos más largos de los lucidos, nos sentimos naturales y de acorde a nuestros "cuarenta y". Quizá deberíamos estar en casa con los taconazos que lucen en la serie como calzado "todo trote", tan prácticos para la vida diaria. Y además pensé que ya quisiera tener media humanidad los problemas de las protagonistas.

Pero cada cual que apechugue con los suyos (hablando de pechugas), que yo no juzgo los problemas de nadie, y me tomo muy en serio todos, sobre todos los míos, a los que doy una tregua el día de doy y aprovecho la ocasión que se me brinda para conseguir algo contante y sonante, pero no unos "Manolos", una joya, o algún modelito estridente, pues ésa no sería yo, aunque con los "cuarenta y" se atreve una de repente con todo. Más apropiado me parece "internet para llevar", es decir, un portátil de esos minis, que caben en cualquier bolso, y que ya tengo instalado y listo para llevar en mis inminentes vacaciones. Porque sin zapatos de precio de infarto puedo vivir, sin botox, sin operaciones de estética, o modas que me hagan pensar que soy más joven de lo que soy, pero sin ordenador... imposible. Y encima respiro porque cuando me falle éste, tendré el otro, y además sé que durante las vacaciones estaré menos desconectada. No es que no pueda estarlo, pero es que me niego a estarlo. Así que me cae un aparatito más, y un año más. Yo que pensé justo hace un año que en el día de hoy iba a ser más sabia, más cuerda, más visionaria; pero sigo igual, tiene narices, hay cosas que no tienen solución, mismo yo misma, y sin embargo lo importante es que sigo siendo yo, un año más, pues cada vez estoy más contenta de ello. La medianoche me ha pillado de rebote en otra fiesta, y a las doce y cinco, brindando con cava, ha sonado "Wish you were here", mi canción favorita. Qué cosas, y yo con "cuarenta y ...".

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