lunes, 30 de agosto de 2010

Los referendos de los referendos

Lo he tenido que leer tres veces, y creo que ya lo tengo: tres hamburgueses han presentado una demanda junto con un abogado de Heidelberg ante el Tribunal Constitucional de Hamburgo porque dicen que el resultado del referéndum que ha parado la reforma educativa es ilegal. Que había dos preguntas en las que se podía responder con "sí" o "no", la una "¿Está Ud. a favor de la iniciativa 'Queremos aprender'?", sí o no, y la otra "¿Está Ud. a favor de la presentación de este proyecto de ley ante el Parlamento de Hamburgo", sí o no. La demanda considera ilegal el resultado alegando que al decir sí a las dos preguntas, que los "síes" contaron por partida doble. Parece lógico y ahora empiezo a "cocer" (en Alemania cuece uno por enfado, vor Wut kochen se dice), pues yo estaba a favor de la reforma y ni siquiera pude votar, por ser extranjera. Pero pensándolo bien, lo mismo ocurre con los "noes", ¿no? Se podía decir "no" a todo también y en ese caso contaron dos en vez de uno también, discriminando a los "síes". Así que por favor que nos dejen en paz de una vez, ante todo por respeto a los niños que son los afectados de tanto que si sí que si no, que si ahora reformamos y tiramos el dinero por la ventana preparando la reforma, que no llega a pasarse porque el referéndum la para; y desde hace días leemos ahora en la prensa sobre si la financiación del referéndum fue legal (yo misma creo que las formas de recoger firmas no lo fueron en muchos casos, pero ésa es otra). Y sin embargo, yo misma, que estaba a favor de la reforma, acato el resultado, aunque he perdido, y más por partida doble, no sólo por el resultado, si no por no poder votar, como 200.000 extranjeros más. Pero creo que se pueden sacar las cosas de quicio indefinidamente, y debemos apelar al sentido común, si es que queda, y dejemos que el tema descanse en paz. El resultado está ahí.

Ahora el jaleo está en Stuttgart, donde hay manifestaciones y activistas que se han atado a una escavadora para evitar que se construya otro "proyecto": Stuttgart 21, que pretende meter la estación central de Stuttgart bajo tierra, o algo así, que al final me pierdo. Pero hay que talar 300 árboles para el proyecto, y eso no le gusta a mucha gente, aparte de otras cosas. Madrid tuvo su Tita Cervera, que se encadenó a un árbol, y tampoco se talaron los árboles, pero en la Puerta del Sol de Madrid hicieron una buena estación subterránea, aunque los accesos al metro que pusieron, esos "huevos" de cristal que le quitan la estética a la plaza, deberían haber sido motivo de más de un encadenamiento a algo (¿a Gallardón?). Pero ahí están.

Otro tema en Hamburgo desde hace meses es Google View. Desde que se supo que los coches estaban circulando grabando imágenes para poner en Internet, como tienen otras ciudades del mundo, la oposición y las críticas no han callado; desde famosos que han firmado protestas a gente normal que se altera por perder su intimidad así. En otros países nadie se rasgó las vestiduras y muchas ciudades están en Google View, mismo Madrid. Y tan felices viven.

Entiendo que se pueda uno alterar por todo, y moverse por todo, y en muchos casos deberíamos. Yo misma debería fundar un par de iniciativas que no voy a describir pues están condenadas al fracaso desde el comienzo; bueno sí, menciono una: talar no 300 árboles, sino 300.000 para que por fin deje de llover en verano, que estamos en agosto, un respeto, y, como dice mi amiga, (ella firmaría seguro) estos arbolitos tienen mucha culpa, porque tanto verde tiene su precio. Pero lo peor lo oí el otro día: en Suiza, un grupito anda recogiendo firmas para hacer un referéndum para implantar de nuevo la pena de muerte. Yo pegué un respingo, porque desde que sé que los referendos se cuecen, se realizan, y se para lo que se tenga que parar, o se aprueba lo que tenga que aprobarse, al menos aquí en Alemania, me temo que podrían salir adelante, y más porque se dice que los suizos son los alemanes elevados al cuadrado. Yo desde luego que tiemblo cuando oigo ahora algo de recogidas de firmas. O propongo recoger firmas para hacer referendos por todo pero cuyo resultado no sea vinculante para nada, tras un arreglito al artículo de la Constitución que haga falta, como se hizo en el 86 en España: lo convocamos, para calmar a la gente, pero al final hacemos lo que nos da la gana sí o sí, como con el reférendum sobre la permanencia de España en la Otan. Bueno, salió "sí" sí o sí, ¿no? Ay con los síes elevados al cuadrado.

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