Como últimamente trato de ser positiva (... me cuesta, la verdad), hoy al maldecir otra vez la nieve, el hielo y "...", pensaba en las ventajas y fascinantes alternativas que todo esto me proporciona:
- Me podré apuntar al París-Dakar o mejor aún a cualquier carrera en Laponia.
- He aprendido a derrapar, a arrancar el coche en segunda, en tercera, a frenar sobre hielo sin frenar ... pero sin tragarme el vehículo de delante, ¡chanchán!
- Ahora sé aparcar subiéndome a placas de hielo, incluso con algo de pendiente
- Y puedo salir airosa sola o con ayuda de gente de montones de nieve, blandita, menos blandita, ... de todas las consistencias.
Y con todo esto pensaba hoy una cosa. Considero que sería necesario introducir un permiso de conducir por puntos, pero POSITIVOS, es decir:
- por cada día que llegamos a casa sin cargarnos una valla o un coche aparcado: 2 puntos;
- por saber mantener la distancia de seguridad: 3 puntos (a mí me ha salvado eso en las últimas 8 semanas montones de veces);
- por la paciencia que tenemos los conductores aquí los unos con los otros: 4 puntos (nadie pita, nadie se impacienta por verte encallado en la nieve, mis experiencias están siendo muy positivas en este aspecto, chapeau a los alemanes, impacientes en el resto de las cosas de la vida diaria; ahora caigo: ¿a lo mejor por eso no han quitado el hielo??, pues demasiado bien conducen).
Pero la ciudad de Hamburgo se ha ganado un buen cate este invierno. Hay gente que empieza a querer demandar (¿dónde hay que apuntarse?). Pero lo que leo ahora me deja sin respiración: la consejería de Educación ha mandado hoy una carta a todas las escuelas sugiriendo que los alumnos podrían quitar la nieve y el hielo de alrededor de los colegios, en vez de tener clase. Genial. Si quieren mando a mis hijas también a la calle del alcalde y vicealcalde también.
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