martes, 9 de febrero de 2010

Demasiado bien se conduce y demasiada paciencia

Ésta no es la imagen de la calle de Bernd Röder, el presidente del Parlamento de Hamburgo. A su calle le han quitado el hielo porque sí, por una orden "espontánea" del servicio de limpieza municipal, lo que no han hecho en ninguna otra calle salvo en las principales. Miren en la foto cómo está la mía. Y como la mía el resto. Conducir es una pesadilla desde hace semanas, y en los últimos días es espantoso. Al llegar antes a casa he dado gracias de volver otra vez sin desperfectos (lo material es ya lo de menos). Ayer casi me estrellé contra un coche aparcado, y faltó un milímetro (iba a 5 por hora). Antes de eso, se me quedó el coche atravesado en mitad de la calle, y como yo montones de coches más. Y hoy ha sido horroroso otra vez. He visto a un camión que se ha llevado a dos coches por delante, a coches que no podían salir del lugar donde habían aparcado (eso me ha pasado a mí también estos días), a coches que han dado una vuelta de 180° delante de mí. Las calles tienen unos surcos en los que tienes que conducir, pues no puedes salirte, aunque quieras. Lo malo es que en muchas, los surcos son para ambas direcciones, y al tratar de salirte, es cuando derrapas o te atraviesas, como le pasó a un coche delante de mí. Luego he visto a un anciano resbalarse. Yo misma me he resbalado hoy otra vez (y ayer; las aceras están como las calles). Los hospitales siguen desbordados por fracturas de huesos, y no tenemos sal. Hasta mi vecina, moscovita, me decía hoy que en Moscú, donde tienen inviernos peores que éste aquí, no dejan que las calles lleguen a este estado y que se retira todo. Yo quiero ser moscovita o vecina de Bernd Röder, para sentirme estos días como Dios.

Como últimamente trato de ser positiva (... me cuesta, la verdad), hoy al maldecir otra vez la nieve, el hielo y "...", pensaba en las ventajas y fascinantes alternativas que todo esto me proporciona:
  1. Me podré apuntar al París-Dakar o mejor aún a cualquier carrera en Laponia.
  2. He aprendido a derrapar, a arrancar el coche en segunda, en tercera, a frenar sobre hielo sin frenar ... pero sin tragarme el vehículo de delante, ¡chanchán!
  3. Ahora sé aparcar subiéndome a placas de hielo, incluso con algo de pendiente
  4. Y puedo salir airosa sola o con ayuda de gente de montones de nieve, blandita, menos blandita, ... de todas las consistencias.

Y con todo esto pensaba hoy una cosa. Considero que sería necesario introducir un permiso de conducir por puntos, pero POSITIVOS, es decir:

  • por cada día que llegamos a casa sin cargarnos una valla o un coche aparcado: 2 puntos;
  • por saber mantener la distancia de seguridad: 3 puntos (a mí me ha salvado eso en las últimas 8 semanas montones de veces);
  • por la paciencia que tenemos los conductores aquí los unos con los otros: 4 puntos (nadie pita, nadie se impacienta por verte encallado en la nieve, mis experiencias están siendo muy positivas en este aspecto, chapeau a los alemanes, impacientes en el resto de las cosas de la vida diaria; ahora caigo: ¿a lo mejor por eso no han quitado el hielo??, pues demasiado bien conducen).

Pero la ciudad de Hamburgo se ha ganado un buen cate este invierno. Hay gente que empieza a querer demandar (¿dónde hay que apuntarse?). Pero lo que leo ahora me deja sin respiración: la consejería de Educación ha mandado hoy una carta a todas las escuelas sugiriendo que los alumnos podrían quitar la nieve y el hielo de alrededor de los colegios, en vez de tener clase. Genial. Si quieren mando a mis hijas también a la calle del alcalde y vicealcalde también.

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