domingo, 14 de febrero de 2010

A Pilar

No hay otra como ella. Nos conocemos desde hace 20 años. Tuvimos una clase de alemán juntas, luego nos perdimos un tiempo de vista, y nos volvimos a cruzar por la universidad, y ella ya tenía una niña de un año, a la que he visto crecer. Es cariñosa, y amiga como nadie. Capaz de matar por los suyos, visceral y tierna. Con ella paso de las risas a las lágrimas en cuestión de minutos, por la empatía que le caracteriza, capaz de meterse en la piel de cada uno y vivir lo que le cuentas. Muy querida entre sus amigos, por su espontaneidad y forma directa de decir las cosas. No se corta nada, y te lo da todo. Llevamos muchos años compartiendo montones de horas entre conversaciones, tardes de cine y cenas. Me ha ayudado mucho en momentos bajos. Es un hombro sobre el que llorar. Sus opiniones cuentan, sus consejos también. Es la familia española que no tengo en esta ciudad. Gracias por toda tu ayuda, tu apoyo y tu amistad.

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