lunes, 3 de mayo de 2010

El ascenso imparable del St. Pauli

El St. Pauli lo ha conseguido: tras su victoria de ayer, asciende a la Bundesliga, la Primera División alemana. Y con ello Hamburgo es la única ciudad alemana que tendrá la próxima temporada dos equipos en Primera, lo que le da siempre animación a la cosa, por los derbis. El nombre del equipo es el del barrio de St. Pauli, cuyas calles más conocidas forman el Kiez, palabra de origen eslava para referirse a zonas dentro de un barrio que no tienen autonomía como tal, pero en este caso se asocia con prostitución y juerga, y es lo más irreverente que tiene Hamburgo, con la Reeperbahn como centro neurálgico de las demás calles de alrededor que forman el distrito rojo donde anoche se celebró el ascenso hasta altas horas de la madrugada. El estadio del St. Pauli se encuentra en este barrio y esta zona, y este club es mucho más que un club: cuidan su imagen cutre, de rockeros, de equipo que se define más por su afición que por su juego. Por eso es todo en éxito ascender y codearse con los grandes. Me imagino ya un encuentro entre el Bayern y el St. Pauli, y deben ser mundos los que se enfrentan, y seguro que dará para mucho.

El St. Pauli estuvo ya brevemente en la Bundesliga cinco veces, para volver a descender siempre a la liga regional. Espero que esta vez les dure. Hoy, a su llegada al aeropuerto, los jugadores han sido recibidos a gritos de "Nunca más en segunda".

El momento del ascenso es perfecto, justo cuando el club está a punto de cumplir 100 años, concretamente el 15 de mayo. Sabía que el aniversario del club era en mayo, pero no que fuese el día de San Isidro, el patrón de Madrid, y es un detalle que no me puedo creer: mi hermano es un visionario, además de cantante en su tiempo libre. El año pasado, durante una de sus visitas a Hamburgo, se compró la camiseta negra con la calavera blanca, símbolo del St. Pauli, y actuó con ella puesta por las fiestas de San Isidro de Madrid del año pasado llevando a la vez una gorra de chulapo, extraña coincidencia por ser el 15 de mayo la fecha de la fundación del equipo. Hasta ahora me imagino que nadie conocería el significado de esa camiseta en los conciertos en Madrid, pero espero que ahora pase menos desapercibida, pues una vez que resuene el St. Pauli en la Bundesliga alemana, la simbología de este equipo de culto podría ser algo más conocida más allá de las fronteras del Kiez, de Hamburgo y alemanas. Y si no de eso se encarga mi hermano. El que quiera que su equipo suba a Primera, que le regale una camiseta, y él hará el resto. No le conocen bien, además de único y que se mueve como ninguno, como le canta Javier Calle en una de sus canciones, en cuyo grupo canta, es un tío genial. Y Javier es otro tipo estupendo de mucho talento y juntos se lo pasan pipa.

Y lo bien que se lo van a pasar los aficionados del St. Pauli la liga que viene, y lo bien que van a cumplir sus 100 años. Me alegro. Y lo bueno es que no creo que vaya a cambiar la imagen del club para convertirse en algo comercial. De eso se encargarán sus fans, estoy segura. Estoy por comprarme la camiseta y ponérmela este verano. Unas cuantas venderán, de eso estoy segura. Mi hermano, que siempre habla de la psicología de Opañel, tenía razón.

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