martes, 11 de mayo de 2010

Se sacó el carné

Mi hija ya tiene carné de conducir ... bicis, claro. Aquí en Alemania a los niños les examinan en cuarto de primaria para comprobar si lo que saben hacer ya desde los 3 ó 4 años lo hacen bien o de manera adecuada para participar en el tráfico normal, aunque ya lo lleven haciendo un tiempo. Les hacen un examen teórico y uno práctico. El teórico lo hizo hace dos meses, y el práctico ayer. El policía del barrio les lleva dando clases de seguridad vial desde hace casi dos años, una vez al mes. Y como muchos niños llevan yendo lo menos dos años en bici al cole, digamos que durante mucho tiempo conducen sin carné, y esto hay que formalizarlo, claro, que es ilegal. También me contó alguien hace poco que también hay carnés para "conducir perros", Hundeführerscheine, es decir, para llevarlos por el bosque sueltos, sin correa, y que si alguien te recrimina por ello puedas decir: "Oiga, que tengo el carné". Pero esto será otro blog, que me distraigo.

Volviendo al carné de bici, lo mejor fue la información para los padres sobre el examen en forma de papelito amenazante, tipo "el examen tendrá lugar sí o sí, incluso con lluvia, y de no haber madres que vengan a ayudar no lo podremos hacer". Como yo no sé montar en bici, me escaqueé (una vez más) pero esta vez en pleno convencimiento de que no pintaba nada en tal importante tarea matutina. Al comentárselo a una madre superentregada al cole, ésta me dijo que no hacía falta, que era para poner los chirimbolos para hacer los recorridos, etc. A tal sabia respuesta, di esta vez la callada por respuesta. A mí no me toman el pelo.

Y el examen se hizo ayer y mi hija se fue al cole equipada con bici, casco y todo. Les controlan las bicis, les miran la técnica, se aseguran de que conocen las reglas de prioridad, entre otras, y ahora, con el carné en sus carteras, pueden ir solitos por los caminos de Hamburgo. Yo pensaba que podrían hacer lo mismo con las madres que no sabemos montar, pero como soy la única, no merece la pena convocar tal examen. Así que vuelvo a dejar pasar otra oportunidad para aprender. Y eso que el señor policía del barrio me conoce y me saluda cuando paso con mi Ford Mondeo por la puerta del cole, lo cual me he tenido que ganar a pulso. Tras parar con mi coche varias veces a esperar a mis hijas donde no debía, y recibir una sonrisita recriminatoria en plan "esta vez le perdono, pero la próxima vez, jejeje, multa", ahora me saluda muy amablemente, pues me pongo donde se debe (todo hay que aprenderlo), y mis hijas se ríen ante tal amistad entre el policía y yo, pues ellas le saludan por su nombre desde siempre, que para eso es el policía del barrio y del cole. Ahora sólo recibo miradas asesinas de otros padres que inculcan a sus hijos que pueden ir en coche a todos los sitios menos al cole, porque montar en coche es muy sano, pero al cole o se va andando, aunque sea media hora en plena noche y en pleno invierno y caigan chuzos de punta, o se va en bici, aunque haya nieve o hielo y se quede algún niño tirado en plena calle como he presenciado yo este invierno. Pero mi hija tiene ya su carné y le ha costado menos sacárselo que aprenderse el camino para ir sola. Ayer, antes de salir lloraba, por miedo a perderse... y eso que lo lleva recorriendo casi tres años en coche, ida y vuelta. A lo mejor es que el coche atonta, pero más bien es la lucha interna entre el soy-y-quiero-ser-mayor, y el en-realidad-soy-pequeña.

Pero ya lo tiene. Otra cosa menos por hacer en la vida. Me parece algo muy positivo. Quizá por eso aquí se conduce tan civilizadamente de mayores, porque lo han visto desde el otro lado, desde bien pequeñitos. Pero hasta a esto llega la globalización. Creo que se están relajando muchos conductores en comparación de los tiempos cuando llegué a Alemania. Un semáforo amarillo ya no es lo que era antes, cuando paraba todo el mundo, pues cuando yo paso uno amarillo, todavía vienen detrás de mí dos coches más. Es lo que se llama aquí semáforo de color "cereza-amarillo", kirschgelb. Y ahí empieza mi miedo como madre: ¿verá algún loco que se salte el semáforo a mi hija que cruza la calle en bici? Creo que la que tiene que soltar lastre soy yo.

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