sábado, 1 de mayo de 2010

Pobres islandeses - aunque ya les vale

La que les espera a la familia de islandeses que vive ahora en este barrio. Mi hija me ha contado que en el cole hay ahora una familia de islandeses, es decir, sus hijos, y que los ha conocido esta semana. Ningún islandés va a pasar desapercibido jamás, y para ellos habrá un a.v. y un d.v. (un antes y un después del volcán, como el antes y después de Cristo). Y es que me lo imagino como si fuera yo islandesa. No tendrán ni un sólo día en el que no oigan un comentario de la explosión de lava de hace dos semanas: "Anda, que... vuestro volcán, ¿eh?". Es que me lo imagino como si lo viviera yo. "Mi madre se quedó tirada en Togomolinos", "Yo tuve que quedarme una semana más en Hong Kong".

Ser de un país y vivir en otro te hace ser representante de tu país lo quieras o no. Y la gente, al saber que eres islandés o español te suelta lo que sepan de tu país, por hacerse los interesantes, o informados, ... o los listos. De los islandeses no sabemos mucho, pero el volcán les va a dar un juego que para qué. Yo llevo recabando comentarios geniales a lo largos de mis años como embajadora de la madre patria: desde una señora que me dijo hace muchos años que le habían dicho (atención al le "habían dicho") que en los restaurantes españoles hay arañas, a una chica que me dijo en tono recriminatorio que los españoles quemamos una biblioteca en México hace un par de siglos (atención al "quemasteis"; y si hubiera sido sólo eso lo que quemamos, por cierto), o los muchos que me han dicho que no hay quien coma nuestra fruta de Almería o las fresas de Huelva por los pesticidas que llevan (ahí oigo siempre un "aaaanda que ...vuestra fruta", que sobreentiendo aunque no lo digan), por no hablar de la vergüenza que son las corridas de toros (ni que yo hubiese ido a alguna), o uno de los mejores comentarios que me han hecho fue cuando un compañero de trabajo me dijo que para mí debía de ser durísimo tener que rendir en las horas de siesta, estando acostumbrada a dormir a esas horas. Ni que yo me hubiera echado muchas siestas en mi vida.

Pero la que se me avecina es buena. Lo estoy viendo venir: ya empezó hace dos meses con un cuñado mío que en una llamada de teléfono desde China (y esto no es broma), sin venir a cuento me dijo que "Zapatero se ha cargado toda España", y sigue con un alumno mío, que antes de enterarme yo que Standard & Poor's le había bajado el rating a España me lo dijo nada más llegar a clase en otro "anda que España...". Y yo mantuve el tipo durante el ataque como pude. Y eso que ya me lo dijo hace seis semanas mi amigo, economista que se dedica a hacer ratings en un banco: que él le había bajado ya la nota a España ese mismo día. Como me tiene cariño, me lo dijo bien, como información, y yo ese día no le hice caso, pues tenía otras cosas más importantes en la cabeza, como siempre tengo, claro, pero mira qué razón tenía mi buen amigo, y encima se ha adelantado seis semanas. ¿Es que nadie pudo prever la crisis?

Y estos días estoy leyendo mucha información que podría ser utilizada en mi contra, es decir, como comentario para establecer conversación en cualquier fiesta, clase, o cualquier sitio, pues se trata de demostrar que saben algo. La prensa alemana y las noticias en televisión hace ya cálculos, tras el debacle griego, de lo que podría costarle a los alemanes la bancarrota española, y a mí esto me empieza a hacer poca gracia. Vale, nosotros les caemos mejor que los griegos, pero cuando a un alemán le rascan el bolsillo, por muy buenas playas que tengamos y buenas paellas que hagamos, ahí se acaba la empatía, que lo sé yo.

Empiezo a prepararme mentalmente para la que se me viene encima y me haré una lista de respuestas, para estar preparada: que los que se han enriquecido en los años del "boom" del ladrillo, no son los que van a pagar la crisis ahora, que esos se han ido de rositas; sí, la tasa de paro es desorbitadamente alta, pero no podía ser que todo se basara en la construcción, y que los bancos han especulado como no debieron, como en todo el mundo, también en Alemania. Pero ya oigo el "anda que... ya os vale, ¿eh?".

1 comentario:

  1. Lo malo es que esta vez llevan razón. Y son casos comparativamente diferentes, (Grecia mintió en sus informes para entrar al Euro, e incluso despues), mientras que en España, no se tomaron medidas cuando aún no habia llegado la tempestad. Pero el resultado es el mismo, toca rescate a Grecia, y ya veremos a España. En Julio, cuando toca renegociar una cantidad astronómica de la deuda española, a ver a qué interes tenemos que venderla... En fin, miraremos el lado simpático...

    http://www.abc.es/20100503/economia-economia/deuda-griega-201005031336.html

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