sábado, 6 de marzo de 2010

Reinfeiern

Una manera muy habitual de celebrar los cumpleaños en Alemania es "entrar en el cumpleaños" celebrando, lo que llaman reinfeiern. Esto quiere decir que te juntas la tarde anterior, cenas, bebes, pero no está permitido felicitar, dar el regalo, o brindar antes de la medianoche, y entonces a las doce, felicitas, mua-mua, das el regalito, y has entrado celebrando. Algo que está terminantemente prohibido en Alemania es felicitar a la gente antes de tiempo por su cumpleaños, algo que se puede hacer en España, o que ni siquiera nos planteamos hacer o no hacer. Yo metí muchas veces la pata con esto en los primeros años aquí, pues felicitaba el día de antes, y recaudé alguna mirada asesina por ello, pues dicen que trae mala suerte. De la misma manera es impensable celebrarlo un par de días antes. Si el cumple es el lunes, entonces se celebraría o ese día o el fin de semana después, pero nunca el fin de semana anterior. Y como mucho las horas antes, pero no celebras, "entras celebrando".

Hoy me han invitado a un cumpleaños así, uno con sólo mujeres (encima discriminatorio) y lo veo como la entrada a mis vacaciones también. Cuando me vaya esta tarde a la fiesta, tendré mis maletas preparadas, para "entrar" también en la fase mental de "antes-de-subirme-al-avión". Así que cuando mi amiga me preguntó si soy capaz de ir a su fiesta de cumpleaños, o mejor dicho no-cumpleaños como en "Alicia en el país de las maravillas", la noche antes de irme de viaje, le dije: "Tú no sabes de lo que yo soy capaz: hasta de irme de tu fiesta directa al aeropuerto". Es un decir, pues empiezo a estar vieja para estas cosas.

"Entrar celebrando". Eso se hace en Nochevieja. Curioso para los cumpleaños. y en mi caso hoy antes de las vacaciones. No me puedo resistir a no decirlo: han caído 30 cm nuevos de nieve, tras haberse derretido la que hemos tenido dos meses seguidos. Hoy parece todo de "postal" otra vez, pero que conste que lo digo porque llevo más de 24 horas sin pisar la calle y sin conducir... Y en Madrid diluvia. Nadie está a gusto. Y antes de entrar celebrando al día de mañana, celebro el cumpleaños de mi amiga, y me paso el día con lo habitual antes de desaparecer: lavadora, plancha y maletas. Al final me he dado cuenta que tras los seres imprescindibles, estos son los tres objetos imprescindibles de mi vida. Ah, y el portátil. Qué voy yo a hacer 10 días sin él... ¿Me puede recordar alguien que antes se vivía sin ordenador, y sin e-mail y sin blog?

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