miércoles, 30 de septiembre de 2009

Blogverdächtig

Una palabra que se utiliza en mi casa desde hace meses es blogverdächtig (verdächtig = 'sospechoso', en este caso 'digno de blog') para describir cosas meritorias de aparecer en este blog. Hasta mi hija mayor la utiliza, y me suelta papelitos o me cuenta cosas esperando que yo coja el ordenador y me ponga a escribir. La nueva situación digna de blog es la invitación a un cumpleaños con la que vino ayer a casa. Nada sorprendente a primera vista: una invitación en forma de herradura de caballo, muy mona ella, de elaboración casera, donde la invitan tal día, a tal hora, a una yincana con ponis (a mí ya no hay nada que me sorprenda en cuanto a ideas), y le piden que lleve ropa impermeable y casco para la bici.

Lo sospechoso ha sido el papelito doblado en cuatro que colgaba de la invitación:
"Queridos padres: Nos alegraría si recibiéramos firmada la siguiente declaración de conformidad antes de la fiesta de cumpleaños de nuestra hija. Muchas gracias.
Declaración de conformidad para el cumpleaños de ....:
Sí, estamos de acuerdo en que durante el cumpleaños de .... el día .... nuestro hijo ....
[ ] al participar en la yincana vaya en patinete y sin compañía de ningún adulto en grupos pequeños de niños por los alrededores de ....
[ ] participe en los juegos a caballo y que pueda montar en un caballo de raza "Haflinger" acostumbrado a llevar niños y en un poni tranquilo acompañado por alguien.
Hamburgo, (fecha y firma de los padres)
Por favor traer patinete."

Y esperan sendas crucecitas en las casillas, o en ninguna, con lo cual me pregunto que qué haría el crío en tal fiesta. Yo estoy casi por poner "Ah, vale, pero sólo si el caballo es de esa raza, si no no puede montar porque tiene alergia al pelo de los otros".

Ya he pasado, o mejor dicho, mi hija, por cumpleaños con excursión en bici de 30 kms (el domingo pasado sin ir más lejos), con manualidades, con fiesta de las mil y una noches, con visita al centro del medioambiente, con otras galopadas a caballo, con yincanas con tema "Indiana Jones", con cumpleaños en la piscina, en la bolera (camuflada en los bajos de un restaurante chino del que pensé que nunca saldrían los niños con vida, pues era un mundo subterráneo inimaginable desde fuera, o que los niños serían servidos en los platos de arriba) ... y siempre pienso "tendrán valor", pues yo no me muevo con niños ajenos fuera de mi casa. Pero que me hagan firmar un papelito así es una novedad. Claro, por eso me decía la gente que casi debía demandar a la familia que tiene la cama elástica sin red de la que se cayó mi hija pequeña finales de agosto y se rompió un brazo, a lo que yo siempre respondo que mi hija, como cabra loca, se puede caer de cualquier sitio, como de hecho ha hecho desde bien pequeñita. Por supuesto que hay riesgos por todas partes. Así que a partir de ahora haré firmar un papel a los otros padres cuyos niños acudan a las fiestas en mi casa: "Estoy de acuerdo si mi hijo come solo y se atraganta con un panchito" o con que "si la madre española le da algo de comer no orgánico o con demasiados conservantes", "o realiza juegos no pedagógicos". Dios mío, lo que hay que ver. Y lo que me queda. Lo que me da para el blog este país (y cualquier otro hoy día, con la tontería que hay en el mundo).

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