sábado, 25 de septiembre de 2010

Angekommen

Hay varias formas de llegar. Puede llegar un paquete (hoy el vestido bávaro que pedí el otro día). Pero en alemán el "llegar" puede ser también en sentido figurativo. Y así podríamos decir que hoy Raúl ha llegado, ist angekommen, es decir, que por fin con el primel gol que ha marcado con el Schalke 04 "llega", ante los seguidores del equipo y al lugar dónde está ahora, en una especie de integración en su nuevo mundo, con la actualidad que tienen ahora mismo los temas de integración. Con ese gol ha salvado a su equipo de una sexta derrota consecutiva, con el comienzo tan desastroso que han tenido todos, entrenador incluido, y me imagino que se ha salvado un poco él mismo, y el empate del resultado le habrá sabido a victoria. A mí todavía, cuando le veo con esa camiseta tan azul, me parece que va disfrazado.

Y mi dirndl, mi vestido bávaro, ha llegado hoy, cuando yo no estaba en casa, pero al llegar (en sentido literal) y probármelo he pensado en el otro sentido, en si habré "llegado" mentalmente o si será una prueba de integración. Pero como hace poco vi en una foto del Oktoberfest a una japonesa vestida de dirndl pero con un bolso de Burberry en la mano, no me creo que yo dé el pego total como bávara, y eso que no lo llevo acompañado de un abanico. Pero nada más ponérmelo me he puesto a saltar con mi hija como Heidi por las praderas junto a Pedro, agarradas las dos de las manos, como jugando al corro. Lo que hace un vestido así. Mi hija mayor se lo ha probado también y aunque le queda algo grande (no demasiado, y ella sí que parece alemana), me ha dicho que se sentía como toda una señora con él puesto. ¿Pero no se dice que el hábito no hace al monje? Aunque en alemán se ve desde la otra perspectiva: Kleider machen Leute, 'la ropa hace a la gente', se dice. Así que al menos con ese vestido puesto, me siento teutona. Lo que hace el disfrazarse.  

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