miércoles, 1 de septiembre de 2010

La exposición que no he visto

Como tengo algo de Mr. Scrooge, el otro día, al comentarme un amigo que iría a ver la exposición de Tutankamón en Madrid, me sentí como si le aguara la fiesta, recordándole que son todo copias y que no hay nada original. Y ahora me sentiré más aguafiestas aún, pues lo repito, y en alto. Me alegra que haya gente para todo, pero yo no he ido. Esa misma exposición, de la que ahora hay una parte en Madrid, se ha visto aquí durante 11 meses, y terminó el domingo, con un balance de más de 450.000 visitantes (Hamburgo tiene 1,8 millones de habitantes).

Normalmente escribo sobre las exposiciones a las que he ido, y eso no siempre (la de Ghirandaio se me quedó en la maleta de recuerdos de las vacaciones, y mira que me gustó, por su elegancia; vayan, a esa sí); pero nunca he escrito de ninguna exposición a la que no haya ido. La de Tutankamón no me atrajo nada. Para empezar son copias todo lo que está expuesto: no hay nada original, y para eso no pago los 18 € o así que costaba la entrada. Y segundo, me daba la sensación de que sería como estar en Disneylandia o en Las Vegas; o.k., he estado en Disneylandia y en Las Vegas, pero ahí vas a ver eso, mientras que la exposición de los tesoros de Tutankamón te la venden como seria. Vale, Disneylandia y Las Vegas también, pero no, no es lo mismo.

Más de uno podrá decir que vete tú a saber si en los museos están expuestos siempre orginales, o que en muchas ocasiones las piezas son "robadas": el Altar de Pérgamo en Berlín, las muchísimas momias en el British... O como dicen los que la han organizado, ya que cada vez es más difícil ver los originales, por miedo a su deterioro en las pirámides de tan difícil acceso, es una manera de enseñar esos tesoros al mundo. Pero repito, no es lo mismo. Yo en ese caso prefiero no verlos. Para la exposición del Tutankamón han trabajado durante años en crear estas piezas, o sea que es un negocio desde el comienzo, pero un producto "Made in Hamburg". Lo que yo no sabía es que detrás de todo esto está un empresario de Hamburgo que tuvo la idea, y que trabajó junto con diseñador gráfico alemán que vive en El Cairo. Están muy satisfecho$ de que la exposición haya sido un éxito en su ciudad de origen, y como hicieron tres Tutankamón, para ampliar el negocio y por eso de la diversificación, están encantado$ de que encima ahora se haya exportado a más ciudades del mundo. La de Hamburgo va ahora a Colonia, otra está ya en Madrid, y otra abrirá en Inglaterra, para ir después a EE.UU. Así que vayan a verla en Madrid o donde sea, y acuérdense de mí (eso me gusta siempre), recuerden que es un producto típico de Hamburgo, y cuéntenme después cómo es, aunque me lo imagino: mucho oro, brillo, ... han ido más de 100.000 niños y jóvenes. Es el sitio ideal para llevar a los niños, salvo los que tienen madres raras y tacañas como para pagar por ver copias. Pero en cualquier caso no tengo la sensación de haberme perdido nada.

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