domingo, 19 de septiembre de 2010

Por fin llegó (y pasó) el derby

Hamburgo ha tenido que esperar ocho años y cinco meses para tener de nuevo un derby futbolístico. Durante un mes la ciudad ha ido calentando motores y en el ambientillo se respiraba tensión, pues respecto al partido se hablaba sobre todo de los dispositivos de seguridad, de cara a enfrentamientos entre los violentos de ambos clubes, pues hace un par de semanas hubo ya ataques a fans del St. Pauli por parte de los ultras del HSV. Y según se ha ido acercando "el día", la ciudad se ha vuelto o azul, blanca y negra, los colores del HSV, o marrón y blanca, los del St. Pauli.

A las tres y media de la tarde ha sido el encuentro, la hora principal en Alemania para los encuentros del domingo (aquí un partido a las nueve o las diez de la noche es impensable), y por primera vez en toda la historia de la Bundesliga en el estadio del St. Pauli, el Millerntorn, pues siempre tuvo que realizarse (en las 14 ocasiones anteriores) en el estadio del HSV. El estadio del St. Pauli ha sido renovado hace poco y tiene ahora capacidad para más 24.000 espectadores. Y a los miles de policías en los alrededores del estadio y helicópteros desde el aire, se les ha unido esta vez la recién estrenada policía montada, y han pedido refuerzos no a Canadá, sino a Hannover. La idea era llevar a los fans por separado en bloque, escoltados por la policía a caballo, y así evitar que llegasen a la vez. Todo muy organizadito, hasta las bofetadas, o su prevención en los momentos clave, pues en otros son inevitables. Y lo mismo la salida: los planes eran que saliesen en bloque, primero los fans de un equipo, luego los de otro.

Los pronósticos le daban la victoria al HSV, y por gol de van Nistelrooy, pero como para fiarse de tal "planificación". El resultado del partido ha sido un empate 1:1, y por poco pierde el HSV. El St. Pauli marcó en el minuto 77 del partido, y parecía el ganador, cuando en el minuto 88 no van Nistelrooy, sino Petric, salvó a su equipo de una derrota que hubiese dado mucho que hablar. Ése es el balance futbolístico, pues el de los palos es hasta ahora el siguiente: dos heridos entre los forofos del HSV y 50 detenidos de entre las filas de ambos, y eso de momento, pues la noche será larga en el enclave más festivalero de Hamburgo, ya que el estadio se encuentra cerquita del Kiez, la zona más juerguista de Hamburgo, la Schanze, el barrio más anti-todo y transgresor, y el Karolinenviertel, otro de los barrios antisistema ... Es que hay sitios donde no se pueden evitar los palos: me imagino que esta noche, en algún lugar de la Reeperbahn, la llamada "milla del pecado", habrá algún enfrentamiento, pues el grito de guerra con el que recibieron a los extraños del otro lado de la ciudad es "Wellcome to the hell of St. Pauli". Ojalá se quede todo en este resultado tan salomónico para todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario