miércoles, 29 de septiembre de 2010

Huelga

Dije que, de vivir en España, yo probablemente no haría huelga, así que no la hago, aunque a veces la haga de mí misma, como ayer. Tengo un amigo que me dice siempre "Tú, cuando no escribes, ... mala señal", y porque dice que se preocupa, me pide colgar en esos momentos algo así como "Chicos, hoy no escribo porque me busco y no me encuentro", o "porque mis hijas me están dando un mal día" (esto nunca es motivo para no escribir, sino todo lo contrario...). Pero entiendo este blog sobre todo como una forma de comunicarme conmigo misma, por lo que me niego a que sea un "animómetro" (término que me invento en analogía a barómetro). Y hoy, que en realidad me encuentro como ayer, escribo, porque no creo que sea un buen día para silenciar, porque en España no es una jornada normal, y aunque no vivo en España, tampoco estoy en la inopia y puedo hacer como si no fuese conmigo.

Porque además la huelga tiene repercusiones para los alemanes, y así lo han dicho en la radio. Es fácil adivinar qué: se les fastidia a muchos el comienzo o final de vacaciones, pues muchos vuelos a España están anulados. Y las vacaciones son algo sagrado. Que te cancelen un vuelo por un volcán, vale, ¿pero porque los españolitos estén de huelga? ¿Encima que nos van a costar como Grecia si les dejamos? Por eso le dieron el toque a Zapatero, cabe recordar. Ahora caigo en que nunca he vivido una huelga general en Alemania, aunque sí de ciertos sectores, y acabo de comprobar si es cierto. Efectivamente, la última huelga general fue en 1920, nada menos, durante la República de Weimar, y confirmo mis sospechas: es ilegal hacer huelga general en Alemania según la sentencia dictada por el Tribunal de Trabajo en 1955. Lo que no se prohíba en este país...

Y estos días me llegan correos de una alumna mía que está haciendo un curso en Sevilla, contándome de sus impresiones, y ayer me hablaba de su incertidumbre de si tendrá clase o no. A los alemanes no les gustan las incertidumbres, y me dice que no sabe qué hará hoy si no hay clase. Yo le digo que pasee, que observe los piquetes (le tendré que explicar esta palabra). La pobre echa de menos mi curso, y ella, que es una de las más ... no sé cómo expresarlo ... vale, pesada (no me lee; esto es nivel avanzado), una de las que llega el primer día y sin saber ni una palabra de español te dice que es facilísimo, y que por favor le expliques todo respecto al "ser y estar", que sabe que hay dos verbos, y que por favor, hables todo el rato en español en la clase; es de los que se creen que el español o cualquier idioma se aprende en tres meses. Ayer me escribió diciendo que no se entera de nada en clase, que la gramática la explican en español, y que está desesperada, pues es un intensivo. Y yo le escribo: "Cálmate, N., yo sabía que era demasiado pronto para un curso en España, pero no te dije nada pues sé que a alguien como tú no lo para nadie [no le dije que yo soy igual], y porque lo que estás haciendo tiene otras ventajas: respira aire español, coge horas de sol para las que nos faltarán en invierno, pasea por la ciudad, empápate de sensaciones, y a la vuelta seguimos con el curso, y ya verás cómo has aprendido algo". Mi experiencia es que los idiomas se aprenden a largo plazo. Lo que te parece que hoy no entiendes y que no lo aprenderás jamás, de repente, un par de meses después, te lo encuentras en tu cabeza, y dices, "ay, mira, aquella expresión",  y aunque hay que estudiar, lo forzado no te sale de manera espontánea, sino que necesita fermentar en tu mente. Un idioma ha de salir natural, sin pensar, y para eso hace falta tiempo. Y eso lo hace el aire... el ambientillo de los bares, pasar por delante de la plaza de toros, ver una huelga. Lo que sea. Me imagino que hoy es un buen día para aprender palabrotas.

Como me decía mi hermano esta mañana los bares no cierran, pues "esto es epaña". Interesante sería saber si los chinos secundarán la huelga, pues son los que abren siempre. Y si no, siempre se puede ir uno de compras a El Corte Inglés.

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