viernes, 10 de septiembre de 2010

Los iluminados

El mundo está lleno de iluminados. Acechan por todas partes. Se creen en posesión de la verdad, y ellos son la amenaza al mundo, y no los otros, iluminados también, pero el que se pasa de iluminado sólo con la que monta, pasa a la categoría de iluminado al que deberían encerrar. Esto está ocurriendo esta semana con el loco que quiere quemar mañana, aniversario de los atentados a las Torres Gemelas, coranes, en un acto de protesta contra el islamismo radical. Ahora, tras retractarse por las presiones recibidas, vuelve a amenazar diciendo que de seguir adelante los planes de crear una mezquita en la zona cero de los atentados, que los quemará. ¿Puede un loco así hacer chantaje al mundo? Parece ser que sí, a juzgar por la que se está cociendo de cara a mañana, jornada en la que parece todo posible. Si no fuera por la que se puede organizar, me parece una noticia de chirigota, y precisamente creo que son las noticias que los medios de comunicación deberían ignorar, pues es lo que el loco pretende: publicidad e omnipresencia en los medios. Pero en temas tan sensibles como estos probablemente sea imposible no llamar la atención. Cualquiera colgaría el acto en YouTube o donde fuese, y al día siguiente, otros empezarían a quemar biblias en otra parte, que no sería lo peor ni mucho menos de lo que podría pasar.

Otro iluminado peligroso es Neira, cuya labor iluminatoria en la instutición creada para él parece haber sido tan superflua que de un plumazo no sólo le han destituido, sino que además cierran dicha oficina. Le pillaron conduciendo borracho, algo que él niega, pues dice que son las pastillas que tomaba. Está bien ser un héroe y hacer el bien cuando puedes, pero si te crees mejor que los demás por ello, la iluminación te acabará pasando factura.

Y en Alemania llevamos meses con un culebrón bastante desagradable pero carnaza para el periódico sensacionalista Bild, con la de portadas que le lleva dedicada. El hombre del tiempo de una cadena de televisión privada fue acusado de violación por su ex pareja. Fue detenido, puesto en libertad bajo fianza, y el juicio debería haber empezado esta semana. Partiendo de la base de que se trata de un litigio cuya sentencia han de dictar los juzgados y no los medios de comunicación, pena me da el que sea la víctima, pues no hay nada demostrado todavía, y de no ser ciertos los cargos contra el acusado, Kachelmann, los medios de comunicación ya se han ensañado con él de todas formas. Además, más mujeres han declarado haber sufrido abusos por su parte, dando más titulares, carnaza, o víctimas, si de hecho lo son. Pero lo peor fue a comienzos de esta semana en un acto vergonzoso el día que debía comenzar el juicio pero que fue aplazado: un "humorista" que a mí nunca me ha hecho gracia, Oliver Pocher (el mismo que está ahora con una ex de Boris, ya puestos a dar detalles que interesan siempre), se presentó a la puerta del juzgado disfrazado de Kachelmann, haciendo mofa de la situación. Y a mí me dio pena y rabia que algo tan serio como un juicio, en el que hay alguien que es una víctima, o el acusado o la que presenta la demanda, se vuelva objeto de escarnio público para gracejo de otro iluminado y sus fans.

A mí me da miedo la gente que actúa por la gracia de Dios. O por la gracia de los medios de comunicación. Al final da igual, porque peores son las masas que les idolatran.

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