sábado, 11 de septiembre de 2010

Los monumentos

Este fin de semana se celebra en muchos lugares el Día de los Monumentos, en el que se puede acceder a muchos edificios que habitualmente no están abiertos al público. Pienso en la palabra monumento, en lo que se asocia con ella, y pueden ser muchas cosas: desde una estatua, un monolito, a un palacio enorme. Pero la definición es más amplia, como demuestra la definición dos del Diccionario de la Real Academia: "Construcción que posee valor artístico, arqueológico, histórico, etc.". Me pregunto a qué aplica aquí el "etc.", qué poco se define nuestro diccionario. Podría ser "urbano", "arquitectónico", "cultural", o más. O todo lo que de repente se considera de interés o que merece ser conservado. ¿Cuáles son los más visitados? En España sin duda la Alhambra, probablemente el que más, y a continuación nuestras diversas catedrales, como la de Santiago de Compostela, la de Toledo, o palacios, como El Escorial. Los más democráticos son los que se ven desde fuera, como el Acueducto de Segovia, la Puerta de Alcalá, y que cumplían una función urbana, como ser una forma de transportar agua, o ser una puerta colosal. En Alemania probablemente el más visitado sea Neuschwanstein, el castillo de Baviera que inspiró el de Disneylandia, aunque seguramente por el turismo extranjero, puesto que con certeza que el Reichstag, el Parlamento Alemán, lo sea en cuanto a interés nacional. Pero existen otros lugares, como una antigua fábrica, un crematorio, una antigua línea de transportes de mercancía, diversos almacenes del puerto. Y como lo obvio está ahí, hoy decidí ver lo no obvio, lo que yo no consideraría monumento. ¿Qué tal con un hotel construído a principios de los años setenta, en la estética de la década? Se trata de una torre, fea donde las haya, y el edificio más alto del centro de Hamburgo, que no destaca por edificaciones altas. Situado en el centro de Congresos, el hotel debió suponer un hito a la modernidad de la ciudad. Hace un año estuvo cerrado, y lo han dejado reluciente, por dentro y por fuera. La pregunta de los visitantes fue que por qué está considerado monumento algo tan ... feo (alguien se atrevió a pronunciarlo, menos mal). La empleada del hotel que hizo de guía dijo que por ser el único edificio alto del centro, y por tener esa estética "tan" años 70. Y yo añadiría que por las vistas que proporciona desde sus habitaciones:

Porque toda una ciudad puede ser un monumento, con su agua, sus veleros y sus torres. Porque la función de los monumentos es ser admirados, sorprender, y sin sus habitantes (o turistas) no hay monumentos, pues aquellos son los que se suben al piso 26 para hacer hasta de un edificio feo un monumento.

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