viernes, 27 de noviembre de 2009

Dimisiones y solidaridad mal aplicada

Aparte de un jefe del Ejército y un secretario de Defensa (ayer) puede dimitir un ex ministro de Defensa y actual ministro de Trabajo (hoy). Franz Josef Jung, el que era ministro de Defensa cuando se produjo el ataque en el que participaron las tropas alemanas el 4 de septiembre en Afganistán, en el que como se sabe ahora murieron 142 personas, entre ellos civiles, es (o era hasta hoy) el actual ministro de Trabajo en el nuevo Gobierno de Angela Merkel. Ha durado un mes en su puesto actual, pero dimite por el puesto anterior. Me parece apropiado, pues la participación de Alemania en Afganistán es más que dubiosa, y más si como se demuestra ahora han ocultado que hubiera víctimas. Que tuviera que ser el periódico sensacionalista Bild el que desvelara ayer la noticia es más que triste, y que el Gobierno haya mantenido oculta esta información mismo entre ellos, peor aún, pues el actual ministro de Defensa dice que se enteró el miércoles. Pero tengamos en cuenta que el bombardeo ocurrió un par de semanas antes de las elecciones alemanas, y que la mayoría en el país está en contra de la presencia alemana en el conflicto afgano, y como se ve ahora, la labor no es tan humanitaria como la pintan a veces. Lo tranquilizador es que en Alemania al menos ruedan cabezas, mismo a posteriori, y no como en España, donde los menos se van cuando se tienen que ir, ni en el momento en que tendrían que dimitir, ni después. Todavía nadie ha rendido cuentas por defender el ataque a Irak basándose en que hubiera armas de destrucción masiva. ¿Viviremos ese día?

Otra noticia que ocupa la actualidad estos días en Alemania es la sentencia dictada por el tribunal de Hacienda de Baja Sajonia según la cual el "impuesto de Solidaridad" es inconstitucional. Este impuesto, el Solidaritätszuschlag, se estableció en Alemania en 1991 de manera "provisional" para financiar los costes de la reunificación alemana. Por supuesto que lo provisional, se convirtió en definitivo, pues tras 18 años seguimos pagando un 5,5 % del impuesto sobre la renta, y en la actualidad el gobierno recauda a través de él 12 billones de euros, que desde hace mucho tiempo ya no se utilizan exclusivamente para mejorar las infraestructuras en la antigua Alemania del Este. Una avispada asesora de impuestos de Baja Sajonia, que no sabía cómo reducir el pago de impuestos de su cliente (en Alemania la diferencia entre bruto y neto es más o menos la mitad, siendo los solteros sin dependientes a su cargo los que más pagan), recordó que Baja Sajonia buscaba un "demandante prototipo" para la cantidad de 1000 euros, que es lo que le retenían al año para este concepto al hombre que ha demandado. Y el tribunal le ha dado la razón. Esto va a traer consecuencias, pues ahora tendrá que decidir el Tribunal Constitucional de Karlsruhe, pero basta con que digan que es constitucional, para que siga todo como está. La cuestión es si tras 18 años se debe seguir hablando de "solidaridad", sobre todo cuando ese dinero no se dedica a eso, y cuando Alemania ya está más que reunificada y verdaderamente no hay tantas diferencias en cuanto a infraestructuras entre el oeste y el este. Probablemente una parte de lo que pagamos como "solidaridad" vaya a Defensa ... Y justo hoy el jefe de la OTAN ha pedido más tropas para Afganistán. En qué mundo vivimos.

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