miércoles, 18 de noviembre de 2009

Lo que da un día ... y medio año

Acabo de caer en la cuenta de que llevo medio año escribiendo este blog. Ha sido a raíz de pensar que siempre se me ocurren temas o ideas sobre los que escribir, pues hoy he pensado en unos cuantos y he estado dudando sobre cuál elegir. Así que ninguno. Admito que nunca pensé que mi vida y observaciones me fueran a dar para tanto, pues la verdad es que nunca he tenido que luchar con una página en blanco, aunque tampoco se trata de eso, sino de divertirme. Abro la pantalla, y empiezo a escribir. A veces ya tengo esbozado el artículo en la mente, mientras que otras lo escribo, pero se me queda cojo en alguna parte: entonces lo cierro y lo retomo cuando la inspiración me permite acabarlo de una manera que me satisfaga. Lo bueno de escribir es la soledad del hecho. Nadie te dice mientras lo haces si está bien o mal. Pero en mi caso me encanta oír de mis lectores si les ha gustado un tema u otro. Al fin y al cabo, el escribir es un ejercicio de narcisismo: te abres al exterior y a la vez buscas la complacencia contigo mismo y de los demás. Si no hay protestas, es como si fueran cumplidos. Y si las hay, te hacen reflexionar. "Rectificar es de sabios", me recordó una amiga que me hizo pensar sobre algo que escribí una vez, y razón tenía y por alguna crítica he corregido ciertas entradas. No hay nada malo en equivocarse.

Así que hoy podría escribir de la primera tempestad del otoño, que nos lleva acechando desde el mediodía. Eso significa, que el río Elba podría subir e inundar todo el puerto. En un día así te puede ocurrir que estés cenando en un restaurante de la zona y el camarero vaya mesa por mesa diciendo que el que tenga el coche aparcado a la orilla del río, que se apresure a quitarlo... Llevo toda la tarde oyendo las sirenas de los coches de bomberos (se estarán inundando muchos sótanos por lo mucho que llueve). Y en España empiezan en pedir las iglesias para que llueva, me ha dicho antes mi madre por teléfono. Ah, y en las mismas, la gente ya no se da la mano como gesto de la paz, por miedo a la gripe A. Eso le contó una conocida a mi madre el otro día. Yo alucino: negarle a otro cristiano tu mano por miedo a un virus. Así se pierde la fe...

Otro tema sería que me he quedado anonadada (o no) porque la recogida de firmas para convocar el referéndum que pararía la reforma educativa aprobada en el gobierno de coalición de Hamburgo ha tenido éxito: han presentado 182.122 firmas (61.834 eran suficientes). Ya comenté en este blog que a juzgar por el tesón y organización (y oposición a la reforma), lo conseguirían. Ahora una de dos: o paran la reforma antes de tiempo para evitar más "daños colaterales" (en los colegios ya andan preparando la reforma desde hace dos años), o tendremos un referéndum en el mes de julio próximo que parará la reforma definitivamente, pues los hamburgueses están en contra, como han demostrado, y por mucho que la CDU y los Verdes se hayan puesto de acuerdo en esto, si los hamburgueses están en contra ... ¡qué es eso de hacer una reforma escolar con la oposición de tanta gente que ha desafiado a vientos y diluvios para recoger firmas!

Otro asunto: los bancos alemanes han cancelado más de 100.000 tarjetas de crédito, entre ellas la mía, por el robo de datos a una empresa del sector en España (ay, en España tenía que ser). A mí me la anularon estando yo todavía en Madrid (yo pensé que era un mal truco de mi marido, cuando me dijo que no podía usarla...). Pero a la vuelta, me dieron una nueva. Se trata de tarjetas de crédito utilizadas en España en los últimos dos meses, y turistas alemanes hay muchos en España.

Y ahora empiezan los problemas serios: "Uli, Dani y Ralf suman juntos 30 años de edad. Uli y Dani tienen juntos la misma edad que Ralf. Dani tiene la mitad de años que Uli. ¿Qué edad tienen estos niños?". Como soy incapaz de solucionar ahora mismo este problema del libro de matemáticas de cuarto de primaria, le he dicho a mi hija que me pregunte cuando tenga ejercicios de gramática, que mi mente de letras no da para tales problemas. Bastantes otros tengo yo ya, como que acabo de oír hoy también que el "guardaniños" del colegio, esa palabra alemana ominosa llamada Hort, se retrasa dos meses más (que más da ya si se lleva retrasando toda la vida). En vez del 1 de febrero lo abrirán el 1 de abril. Las obras se retrasan porque han encontrado una tubería de gas en las excavaciones. ¿Por qué en este país todo lo que sea organizar una cierta infraestructura para que las madres puedan trabajar, aunque sea malamente, se encuentra siempre con tantas dificultades? Me voy a poner a juntar yo firmas para que no exista el höhere Gewalt, es decir que además de tenerme que pelear con el resto de las madres y el sistema no tenga que pelearme con problemas de fuerza mayor.

Todo esto en un día... Y lo que no cuento.

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