martes, 10 de noviembre de 2009

En todo hay crisis

A los que nunca hayan oído hablar de Flensburg, les cuento que es la ciudad alemana más al norte, al lado casi de la frontera danesa. Fue parte de Dinamarca hasta 1864, y de hecho todavía hay una minoría danesa en la zona. Es por tanto la ciudad más danesa de Alemania y la sensación nórdica allí lo es más si se piensa que todavía más para arriba vive más gente (confieso que me cuesta aceptar que la vida en estas latitudes no se acabe en Hamburgo, y que haya vida más allá). Flensburgo es conocida especialmente por tres cosas:

  • por tener la central donde están registradas todas las penalizaciones por el carné por puntos, algo que existe en Alemania desde 1974;
  • por la cerveza Flensburger Pilsener, conocida familiarmente como "Flens", con su cierre como las botellas de la Casera de antaño, algo que les hace mucha gracia a los españoles que caen por aquí;
  • por la empresa Beate Uhse, que fundó la primera tienda de artículos eróticos del mundo en Flensburg en el año 1962.

Beate Uhse fue una mujer pionera en todo. Primero fue piloto, hasta 1945, llevando aviones reparados de un sitio a otro y pilotándolos como doble en películas. Como durante la ocupación militar de Alemania tras la guerra no pudo seguir ejerciendo de piloto, descubrió el "hueco a rellenar en el mercado", die Marktlücke, y se hizo empresaria. Empezó imprimiendo información sobre métodos anticonceptivos y en 1951 fundó una empresa de venta por correo de preservativos y libros sobre estos temas, productos denominados como de "higiene en el matrimonio". Tras abrir el primer Sexshop del mundo en 1962 sufrió constantes denuncias por atentar contra la moral y buenas costumbres, y hasta le negaron ser miembro del club de tenis de Flensburgo, probablemente mucha gente que seguro que compraba en secreto algunos de sus productos. Una persona mayor me contó una vez hace muchos años, que compraban los preservativos por catálogo, en Beate Uhse, pues más vergonzoso era ir a la farmacia, y que les daba bochorno pensar que el paquete fuera a ser visto por los vecinos. Pero creo que era discretito, pues si no cómo hubiera tenido tanto éxito el negocio.

En 1999 la empresa empezó a cotizar en bolsa, algo que fue muy sonado en Alemania. Beate Uhse murió en 2001, a los 82 años. Quedan sus tiendas en muchas ciudades, sigue la venta por catálogo, hoy día también en internet. Por eso ayer, al leer que la crisis afecta hasta a la empresa Beate Uhse, no pude evitar pensar que mal asunto si hasta la gente ahorra en estas cosas. Además de haber cerrado algunas tiendas, los pedidos han disminuido muchísimo en Alemania y Francia desde el verano, bajando el resultado en un 90 %. Ahora esperan que el negocio navideño repare los daños. Se ve que cuando hay crisis, hay que agudizar el ingenio, y ahorrar en herramientas y volver a lo "básico". No obstante mi recuerdo a Beate Uhse, como pionera en muchas cosas, y por ser una de las figuras más interesantes que ha dado este país en años muy difíciles. Sobrevivirán, de eso no me cabe duda.

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