jueves, 17 de diciembre de 2009

Comilonas navideñas

Los días antes de Navidad, a juzgar por las cantidades de comida que se compra, siempre pienso en mi madre, cuando decía: "Parece que la gente no come en todo el año salvo estos días". Y es cierto. De repente el mercado está más lleno que nunca, el supermercado se desborda, al igual que todas las tiendas de comida. Ayer realicé ya alguno de mis pedidos navideños en el mercado, algo muy normal en Alemania. Como se trata de planificar, la gente encarga ya en la carnicería o pollería, el pato, el ganso, el pavo o lo que sea, para tantas personas, y lo recogen el último día de mercado. Los tenderos despachan los encargos aparte, donde te entregan tu pedido y no tienes que hacer la cola normal. Cuando voy a recogerlo y veo que tienen de todo ese mismo día, me parece absurdo haber tenido miedo a quedarme sin nada. Pero precisamente ese temor me hizo ayer decidir lo que cenaremos en Nochebuena... nada difícil pues será lo mismo que todos los años: cordero, a la española, la tradición de mi casa en Madrid de toda la vida. Aquí es más normal comer ganso, pato, o pavo por estas fechas, y todos los años me planteo buscar alguna receta nueva y meter en el horno alguno de los miles de gansos o pavos que veo estos días, hacerle algún relleno, ... para luego oír a mis hijas decir: "Huy, esto no me gusta". Nada, volvemos a lo básico, y asunto solucionado.

Aquí hay dos grupos: los que en Nochebuena hacen una cena festiva y opípara, y los que en plan práctico ponen la ensalada de patata típica alemana (Kartoffelsalat), con salchichas de las cocidas, para concentrarse así en lo "importante" del día: los regalos. El día 24 es cuando se dan los regalos en Alemania, y la cena es casi lo de menos para muchos.

Al comparar varios países, se ven las diferencias. Para los holandeses Nochebuena es un día de lo más normal y no lo celebran y luego tienen el 25 y el 26, y sin regalos ya, pues los dan el 5 de diciembre. Los españoles tenemos Nochebuena, la cena más familiar del año para nosotros, y luego la comida del 25. Y los alemanes, que empiezan la Navidad a finales de noviembre, con el Adviento, se dan los regalos el 24, para seguir celebrando luego dos días más, el 25 y 26, en lo que es la Navidad más prolongada que conozco. Y por eso, el día último de mercado es un horror, pues la gente compra comida para tres días seguidos, para el maratón de comidas o cenas en familia. Sólo falta una semana. Y yo sólo he pensado lo que cenaremos en Nochebuena. Y como estamos cojos de una familia, solamente nos juntamos un día, y con una persona, para estar el resto solos. Los que se tiran esos tres días de una casa a otra, casi me envidian cuando digo que ni el 25 ni el 26 tenemos planes, algo inaudito para la mayoría. Así que para qué complicarse con la comida. Vamos que les pongo a mis hijas esos unos espaguetis y encima me darían un beso de agradecimiento. Pero no, es Navidad. Habrá que esmerarse algo. Lo dicen los tenderos del mercado.

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