viernes, 11 de diciembre de 2009

¿Por qué no TODO?

El diario El País ha publicado hoy un reportaje bajo el título: "¿Hijos o trabajo? Elijo trabajo". Un estudio del CSIC muestra que las españolas a la hora de elegir entre una carrera profesional o tener hijos, se decantan por el trabajo. Bueno, teniendo en cuenta que conozco a tantas mujeres españolas de mi generación que trabajan y tienen hijos, es decir, todas, creo que aunque parezca mentira, la conciliación es posible en España, mucho más que en Alemania. Por supuesto que sigue habiendo descriminación, y eso en España, en Alemania, y en todo el mundo. Las mujeres siguen ganando menos que los hombres en muchos casos en los mismos puestos. Pero teniendo el cuenta el salto dado en España en tan corto tiempo, de la generación de nuestras madres, que no trabajaba ninguna, a nuestras generaciones, donde trabajan todas, me parece muy positivo. Aquí no es así y vamos para atrás, tras lo logrado en los años 70 y 80.

Porque en España, el hecho de que haya colegio hasta las cinco, y comedor, desde infantil, es algo que posibilita mucho ya. Eso no existe aquí. En el artículo se quejan de que "las que se deciden por la crianza no cuentan en España con las políticas de apoyo a la maternidad de que gozan en países más avanzados (guarderías, sueldos, amplios períodos de baja); no encuentran tampoco en su empresa la comprensión suficiente; y los españoles, con los italianos, son los europeos que menos tiempo dedican a las tareas del hogar." Y hablan de una "decisión desesperada". Lo siento, pero no lo acepto. Las que quieren tener hijos los tienen igual, y las que quieren (o tienen que) trabajar lo hacen también. Aquí no es así. Con un sistema escolar que nos suelta los niños a la una, sin comedores, sin infraestructura, es prácticamente imposible trabajar salvo un par de horas. Las guarderías... son privadas como en España. Hasta los seis años el estado no cubre NADA. Las políticas de apoyo de las que habla el artículo son los amplios períodos de baja que lo único que hacen es suplir la falta de infraestructura. Nos dan un caramelo, pero luego cuando el niño cumple los tres años (hasta los tres, te puedes quedar en casa), te lo quitan. "La compresión suficiente" de la que habla el artículo no es que no se dé aquí en el trabajo, sino que no se da ni en la sociedad, que te condena por querer trabajar. Las madres que trabajan son Rabenmütter, 'cría cuervos', madres desnaturalizadas. Tiene tela el término. En ninguna otra lengua existe esa denominación tan despectiva.

Y sí, el panorama será según los resultados del estudio desolador, pero hay algo que encuentro muy positivo en España: la aceptación en la sociedad de que las madres trabajen, mismo con el apoyo de sus familias, algo inexistente aquí. Y no se trata de una "decisión desesperada", como dice el artículo. Ni siquiera se trata de una decisión, pienso. Por eso, me parece muy poco acertado que lancen una encuesta preguntando: "Si tuvieras que elegir entre tener hijos o tu trabajo, ¿qué elegirías?" Miren, yo no elijo nada. Yo lo quiero todo. El problema es que no te dejen, pero en España te dejan bastante. Así que no pinten siempre al extranjero como tan "avanzado". El algunas cosas sí, pero en este caso no, créanme.

Habría que hacer la misma encuesta con los hombres. La pregunta es por qué debemos elegir las mujeres, si ellos tampoco tienen que hacerlo. Ahí está la discriminación. Y leyendo los comentarios de los lectores, con los "piques" típicos, me indigna lo siguiente: ni las mujeres que no quieren tener hijos son egoístas, ni la función principal de la mujer es procrear. Si el precio a pagar por que las mujeres tengamos acceso a la Universidad y al mundo laboral igual que los hombres, es una maternidad tardía y una baja natalidad, pues bienvenida sea. Por supuesto que en España hay que luchar porque no exista la discriminación en el lugar de trabajo. Pero ya quisiera yo que Alemania estuviera como España en este asunto. Y lo de que los hombres ayudan más en casa... otro tópico.

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