martes, 15 de diciembre de 2009

"Mujercitas" que crecen

Que le haya salido hoy a mi hija el libro de "Mujercitas" en su calendario de adviento no es casualidad. Era mi libro de cabecera en mi preadolescencia o durante la edad del pavo; tampoco sé exactamente la edad que tenía cuando lo leí por primera vez, pero sí que recuerdo haberlo leído un montón de veces. Podría parecer una historia sensiblera o noña, pero a esa edad se necesitan historias así. Al ser cuatro las hermanas March, eso te permite además identificarte más con una o con otra. La hermana mayor Meg, era la buena, la responsable, Jo, la revolucionaria, la inconformista, Beth la buenísima y angelical y Amy la cascarrabias o la que metía cizaña. La que tiene mayor protagonismo era Jo, y era mi preferida, y recuerdo no haber entendido que no acabara casándose con su gran amigo cuando le pidió en matrimonio, y preferir la literatura ! y ser independiente (hoy día me parece todo muy loable). Pero luego encuentra su gran amor en alguien más intelectual, con lo cual queda la cosa arreglada y yo entonces feliz.

La caracterización de las hermanas es casi lo principal de la novela, al ser personajes tan definidos (y estereotipados?), y la trama gira alrededor, condicionada por la forma de ser de cada una. El padre está en la guerra, la familia está venida a menos y sigue gozando de los favores de parientes o vecinos ricos por ser una familia tan buena, pero la tía les reprocha haber bajado de nivel y les da alguna "limosna"; la madre es el nexo de unión entre tan diferentes hermanas, y a la vez la esposa devota que acude a ayudar al marido cuando éste cae herido en la guerra; y las hijas todas tan responsbles, saben manejarse solas con Meg al frente, la segunda madre. Y entre ellas hay afinidades o rencores por sus diferentes caracteres. Recuerdo la rabia que me produjo cuando Amy le quema a Jo el manuscrito de la novela que estaba escribiendo, de la venganza de ésta, y de la posterior reconciliación de ambas. Menos mal. A esa edad uno necesita finales felices.

Escrita en 1868 por Louisa May Alcott, debe haber acompañado a muchas generaciones de mujeres en su paso a la adolescencia, y de ahí a la edad adulta. No sé qué pretendo al regalárselo a mi hija, pero espero que le saque algo de jugo, incluso estando casi en 2010, pero me conformo con que le guste. Hoy, al tener el libro en mis manos, aunque en su versión alemana con el título "Betty und ihre Schwestern" me he acordado de las muchas horas que pasé enfrascada en su lectura. Me gusta más el título español "Mujercitas", que es más justo con todas. En la versión alemána "Betty y sus hermanas" parece como si la tercera hermana fuera la protagonista, cuando no lo es, aunque es la que muere. Supongo que cada lectora de la novela tendrá su favorita. Mi referencia era Jo. Ya no tengo 9 años como mi hija, ni 12, pero siguen siendo personajes que recuerdo muy bien. Pero como las "Mujercitas", crecí y me hice mayor y hoy día mis referencias son otras. Pienso en "Mujeres desesperadas", o "Sex in the city". Otro tipo de mujeres, otros problemas. Más prototipos de mujer. De todas se aprende.

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