Como todos los años hay ahora mismo gente descorchando botellas de champán y gritando en la calle porque les ha tocado la lotería. ¿Hay algo más español junto con los toros, el sol, la paella, y el jamón que la Lotería de Navidad? Es una de esas cosas que uno se cree que existen en otras latitudes, pero no. Y aunque en Alemania hubiera un sorteo así sería de otra manera. Imaginemos: Sorteo de la Lotería de Navidad en Alemania. Como cada año se realiza con una solemnidad absoluta. Los números no se cantan sino que los enumeran unos serios funcionarios, con una musiquilla de ambiente, tipo ascensor. No hay nadie en la sala, sólo el que saca el número, y un notario en la mesa apuntando. Y tras sacar los premios (no tantos, ni mucho menos, no hay que despilfarrar) no trasciende nada de los ganadores. No hay gente bebiendo cava en las calles, no se ven las caras de ningún ganador, por motivos de seguridad, por miedo a robos, por miedo a que algún vecino tuyo sepa que te ha tocado la lotería, no sea que tengas que invitar a alguien, o simplemente que se sepa. Porque hay cosas que no se comparten con nadie y menos que eres millonario.
Porque tan español como la lotería, es demostrar esa alegría en la calle, gritar en el micrófono, llorar en la televisión, que te vea todo el mundo, que tu vecino sepa que te ha tocado, que te envidie la gente. He tenido toda la mañana el sorteo puesto, como música de fondo. No llevo ningún décimo, pero el Sorteo de Navidad es como el tomar las uvas, o tomar churros tras una noche de juerga; me trae asociaciones de Navidades vividas, recuerdos, sonidos, sensaciones. Para mí, los niños que canturrean los premios, son el comienzo de la Navidad, y recuerdo de niña el soniquete por todo el barrio. Solía ser el último día de colegio, con lo cual la fiesta era completa.
Hoy día, la antena parabólica hace posible ver el sorteo en directo, tras habérmelo perdido muchos años, y hasta antes, en un momento de publicidad para el territorio nacional, nos han saludado a los telespectadores del canal internacional de TVE, qué honor; emigrantes y turistas que a lo mejor compraron un décimo en las vacaciones en Mallorca.
Ahora escucho en mi mente los comentarios típicos de la gente: "Bueno, no nos ha tocado la lotería, pero mientras no nos toque ninguna desgracia" o "llevaba muchos números, pero nada". Y un año y otro año. Y lo de que nunca cae en Madrid... no es verdad.
martes, 22 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario