martes, 26 de enero de 2010

Helado y bien helado

Ya está. Se congeló. Juzguen la foto y vean. Cientos de temerarios no pudieron esperar más el fin de semana pasado y se subieron al Alster, al lago de Hamburgo, a pesar de que las autoridades no han dado paso todavía. Ayer, cuando fui a verlo y tirar fotos, había unos cuantos patinando. Pero grima me dio ver a un padre con su bebé en brazos, paseando tan tranquilo sobre el hielo. Sólo con pensar en que se rajara el hielo y cayera con su bebé me puse nerviosa, pues había poca gente para ayudarle (y entre ellas yo, y poca gana tenía yo de pisar el hielo). Pero el placer de caminar sobre el hielo le debió de parecer tan inmenso que no se pudo quedar en la orilla mirando, y ni siquiera por el bebé.

Hoy he leído que probablemente den permiso oficial mañana, y que esta vez se lo están pensando mucho. En 1997 bastaron 15 cms de espesor para permitir la fiesta, pero ahora piden 20 cms. Cada vez se pone más difícil celebrar, hasta en el hielo. Se trata de que el agua no tenga burbujas, y por eso los 20 cms, para que estemos seguros todos. Porque la que se le viene encima al Alster es una buena. Hamburgo tiene 1,8 millones de habitantes, y si no van todos, podrían ir casi todos este fin de semana, pues si la última vez fue en el 97, quién sabe. Así que no hay que perdérselo. Los patines para patinar sobre hielo se están agotando, leo ahora. ¿Venderán algunos con el arte necesario para patinar? Esos me harían falta a mí, pues no sé patinar sobre el hielo. Atención a los hospitales. Conozco tres mujeres que se han roto la muñeca o algún brazo por una caída en el hielo al patinar. Y esas sabían, y son las que tratan de convencer a las torpes como yo de que es muy fácil y que es algo que hay que hacer.

Estos días pienso en la expresión alemana auf dünnem Eis ('sobre el hielo fino'), que se utiliza mucho para aplicarlo a los momentos en los que te mueves en terreno peligroso en ciertas situaciones o momentos de tu vida. En inglés también existe, me dijeron hace poco: thin ice. Y el domingo el titular era "Hamburgueses sobre el hielo fino", y eran cientos, en una especie de recriminación por subirse sin estar permitido. Los titulares del fin de semana serán "Cientos de miles de hamburgueses celebran encima del hielo", y la diferencia será ese permiso oficial, que tampoco te libra de si en el momento en el que camines tú por un punto determinado del hielo se resquebraje a tu alrededor y caigas. Al menos ahí tendrás a los servicios de emergencia preparados para salvarte, o cientos de miles te podrán sacar. Pero si caes sin que esté permitido pisar, ahí será tu culpa, y sólo tu culpa. Pero aún así algunos arriesgan estos días, en solitario, y sin temor a nada. La diferencia es entre sentir miedo y no sentirlo, pues el hielo ya está preparado para todo, para los solitarios y para las masas. Y si no tienes la sensación de que arriesgas ni siquiera lo haces.

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