viernes, 1 de enero de 2010

2010 - habrá que despejarse

Jornada de resaca, de acidez de estómago y de cansancio. Quién nos mandará pasarnos todos los años. Pero yo voy entrando en calor, no por las temperaturas (la máxima de hoy -1°C, la mínima, -4°C), sino tras haber reducido la ingesta, una breve siestecilla e irme mentalizando -ni que fuera difícil- de que el 1 de enero es un día completamente normal. Y éste lo es como todos los días de Año Nuevo: caseros, con todos los miembros de la casa bien lentos, y aquí ya con la certeza de que con el día de hoy se acaba la Navidad. El lunes empieza el cole otra vez, y en cualquier momento podemos retirar el árbol (yo aguanto hasta Reyes por inercia, porque aquí los Reyes no existen). Será porque encima vivimos en una república.

Con resaca comienza también la presidencia de turno de España en la Unión Europea: resaca de crisis, de paro y de un año difícil. Con la presidencia española pienso en cuando vivía en Bruselas, pues me tocó seguir de cerca la presidencia de turno alemana en 2007, y como probablemente conocía a casi todos los alemanes de Bruselas, me contaron muchas historietas durante este período. A la llamada de tal responsabilidad llegaron muchas familias para trabajar ya durante el año anterior, y luego durante la presidencia y los meses posteriores, con la resaca. La ciudad se llenó de eventos alemanes, como una exposición de pintura muy interesante que hubo en el Musée des Beaux Arts, o mismo en la plaza que hay delante de la Comisión montaron un espectáculo de luces de unos artistas alemanes. Sinceramente, no recuerdo qué gano la Unión Europea tras esa presidencia, y seguro que tenían una agenda como la que tienen ahora los políticos españoles... Conservo una bolsa azul con el emblema de la presidencia, y ahora ya he visto en la tele que nuestros colores son el rojo y el amarillo, cómo no. Habrán imprimido el logotipo en blocs de notas, bolsitas, tacitas... lo que cuesta todo esto. Yo, gracias a una amiga cuyo marido estuvo muy implicado en la presidencia alemana, conservo de todo... Se trata de hacer Europa palpable para los europeos, o al menos para los que trabajan en ella, sus amigos y conocidos.

Espero que salga algo productivo de la presidencia española. Los objetivos, según he leído, son ambiciosos. El momento desde luego es especial, tras la ratificación del Tratado de Lisboa, y la creacción de la nueva cúpula europea, y convendría aprovecharlo para algo. Pero todo se andará. Seis meses tampoco es tanto tiempo como para cambiar el mundo y todos somos realistas.

Nos conformaremos con minimizar sustos, como el que yo acabo de superar ahora mismo, el primero del 2010. Tras llevar escrita gran parte de esta entrada, desapareció, y pensé que se me había borrado sin querer. Iba a poner una especie de obituario por la entrada que no hubo de ser, pero el programa, que la guarda automáticamente de vez en cuando, me ha salvado. A veces se puede confiar en la informática y no en nuestra destreza, empañada por la resaca. Seguiré despejándome.

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