domingo, 3 de enero de 2010

In eigener Sache...

... o lo que sería lo mismo, en lo que atañe a este blog, anuncio malos tiempos para la lírica. Bueno, no sé si serán malos, pero sí que podría haber un cambio de aires. Ayer me anunció mi mejor amigo alemán y que lee este blog, que lleva tiempo conteniéndose para expresar críticas respecto a las cosas que escribo, y me amenazó con un ataque frontal. Le animé a hacerlo (aunque con la boca pequeña, claro...). En serio, este blog es ante todo mi punto de vista sobre la vida en Alemania basada en mis experiencias como extranjera, como española y como persona que conoce a fondo ambas culturas; creo que también soy crítica con aspectos de España, o al menos eso espero (él dice que no está equilibrada la crítica; y acepto su crítica: quién ha dicho que yo quiera ser equitativa al repartir). En segundo lugar esta página es mi lugar de creatividad, es decir, mi vena "artística", por así llamarla, me hace irme por los derroteros que me placen, y ante todo no trato de ser objetiva con nada, pues todo se basa en MIS observaciones y mi perspectiva. El título lo dice todo: "En la cuerda floja". Así es como me siento desde siempre: haciendo equilibrios para no caerme, tratando de unir ambos extremos, llegar de un lado a otro, aunque simplemente de "estar", de mantener el equilibrio. Es difícil. Y los que vivimos entre varias culturas, nos perdemos de vista a nosotros mismos en algún momento. Por eso, este blog me está ayudando mucho a mí misma a encontrar mi visión del mundo, de todo lo que me rodea, aquí y allí, y que para nada trato de imponer a nadie. Son mis apreciaciones personales.

Anoche, por ejemplo, me decía que no he de ser tan crítica con el tiempo, y me lo decía en serio, mientras caía una nevada del copón, estábamos a -5° C, y mi coche estaba cubierto por la nieve. A él le encanta ese tiempo, y yo le dije que no, que lo siento, que no le veo la gracia, y que es MI derecho escribir en este blog que estoy hasta las narices de que ayer a las dos de la mañana volviera a caer la nevada del siglo, que llevo casi tres semanas sin poder correr o corriendo malamente, por los hielos y las temperaturas tan gélidas. Y que es mi derecho quejarme si me place. Le remití a otra amiga mía española, junto a la que mis críticas climatológicas no son nada.

Pero en cualquier caso acepto el envite e incluso le animo a hacerlo (aunque con la boca pequeña...). Adelante.

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