domingo, 17 de enero de 2010

Todo es relativo

Vamos a comenzar la sexta semana con la sensación de vivir en el Polo Norte. Parecerá que aquí siempre es así, pero no lo es. Añoro ahora meses de enero pasados con lluvia, y temperaturas sobre cero, y es que todo es relativo. Seguimos luchando contra los elementos, llamados viento, nieve, hielo, frío y congelación. Lo que siempre parece algo transitorio se está convirtiendo en vida diaria este durísimo invierno. Y los centímetros de nieve siguen creciendo. Esta mañana de domingo no doy crédito a mis ojos otra vez, pues ha amanecido nevando, y siguen cayendo copitos y más copitos. En los hospitales no dan abasto a poner escayolas en brazos rotos o piernas. Yo podría haber sido una candidata a una ayer, pues me resbalé de nuevo, y me hice bastante daño. Así que si conseguimos acabar el invierno sin ninguna escayola, será todo un éxito. Con poco se conforma una ya.

Y en el periódico nos recuerdan de nuevo que los ciudadanos somos responsables de quitar la nieve de las aceras. Existe una ley llamada Wegegesetz ('ley de los caminos'), y no sé por qué me extraña que esté tan bien definidita. Esta ley dice que hay que limpiar lo menos un metro de anchura del camino o aceras y las escaleras en su totalidad. En las aceras está prohibida la sal, para no perjudicar a los árboles, y por eso solamente se puede echar arena. Pero, atención, nadie es responsable de los carriles de bicicleta, en los que no hay que retirar la nieve (ahí se puede matar la gente, y en muchos casos los niños que van al cole en bici). El hielo hay que quitarlo de inmediato. Toda la nieve que caiga a partir de las ocho de la tarde, o si nieva a partir de esta hora, hay que quitarla hasta las 8.30 de la mañana del día siguiente, y los domingos y festivos hasta las 9.30. Y hay que retirarla de manera que no entorpezca el tráfico, ni obstaculice los carriles bici, las paradas de autobuses, ni los cubos de la basura. Tampoco puede concentrarse la nieve alrededor de farolas o semáforos. Y cuando se derrita la nieve, en ese caso la responsabilidad que tenemos los ciudadanos es de que la canalizacion no esté obstruida para que el agua fluya.

En fin, ni que nos relajáramos. Para eso existen otras cosas, como el arte, y el asueto de un domingo en el que volveré a salir a circular y luchar contra los elementos para ver un par de exposiciones, y decirme que a pesar de todo la vida sigue y que peor estarán en Laponia, y sin comparación en Haití. Pienso mucho estos días en el caos en el que se encuentran tras el terremoto. Un país sin ley. Y nosotros con leyes para todo, incluso para nimiedades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario