lunes, 5 de abril de 2010

Lo "multikulti"

Terminamos cuatro días festivos que se resumen en poca actividad, mucho cine y una visita en el hospital, ya que al ser día de fiesta, no hay otras consultas abiertas. Es que algunos no saben como prolongar tanta jornada de fiesta, y mi hija pequeña no irá al cole mañana; aunque me pone el día algo patas arriba, encima estoy contenta de que la meningitis que temíamos haya resultado ser una buena infección de estreptococos, y los antibióticos harán el resto, y ya está. Otra cosa más para contar, cita de una tía mía que ya he mencionado en este blog, pero que siempre vuelve a aplicar.

A veces como madre no sabes cómo actuar. No me suelo asustar rápido y no aparezco por el médico hasta que no estoy segura de que es necesario, pero si tienes una hija como la mía que ni se queja, corres el riesgo de no hacerle mucho caso y ni darte cuenta de que está mala de verdad. Así que la pobre ha ido hasta al cine hoy y ahora dudo de que haya disfrutado mucho. Pero lavo mi mala conciencia diciendo que al menos la película ha merecido la pena: una infantil basada en el primero de los libros de Isabel Abedi sobre Lola, "Hier kommt Lola", "Aquí llega Lola", uno de los libros que ya existen en su traducción al español, y que recomiendo sobre todo a niñas. Lola es una niña de 9 años de padre brasileño y madre alemana. Se mudaron a la gran ciudad, Hamburgo, porque a los vecinos del pueblo donde vivían les parecía muy oscuro el padre, y en nuestra superciudad tolerante se acaban los problemas de integración. Lola es la que se tiene que integrar en un nuevo colegio, y su padre se monta un restaurante brasileño y todos acaban bailando a ritmo de samba. Integración y vida multikulti como nos gusta. Al verlo me imaginaba yo abriendo un restaurante español en el puerto de Hamburgo y bailando flamenco con mis hijas y todas mis amistades. Me atrae poco la idea, la verdad. Más me atrae la abuela (joven!) de la película, que tiene una tienda de libros y que sólo recomienda los que le gustan a ella. Ésa soy yo total. Me imagino tratando de convencer a alguien que se quiera comprar "Millenium" de que mejor se lleve "Fortunata y Jacinta" o "La vida es sueño". Pero todo es bonito y con final feliz, y tenemos el término multikulti que tanto nos gusta en su perfecta escenificación.

Pero la película que vi ayer mostró otro tipo de subcultura y mundo multicultural que no es tal. "Die Fremde", "La extraña" es una película que no juzga a nadie sino que muestra todas las facetas de lo que significa vivir encerrado en las leyes de una cultura incluso viviendo en otra distinta. Una impresionante Sibel Kikelli, la misma actriz con pasado porno que bordó el papel en "Contra la pared", es la protagonista, Umay, una mujer de 25 años, turca, nacida y criada en Berlín, pero en la rigidez de las normas turcas. La película parte en Estambul, donde vive en un matrimonio al que la obligaron y del que huye con su hijo por los maltratos que sufre. Pero al llegar a casa de su familia, en Alemania, la alegría al verla pensando que venía de visita, se vuelve rechazo y vergüenza porque una mujer se haya atrevido a romper con las convenciones. Y empieza la huida, pero sin renunciar un sólo momento a que su familia acepte que pertenece a ella: Umay no acepta el rechazo y sobre todo el de su hijo. Pero todos cumplen su papel como marca la tradición y no se pueden salir, aunque duden: el padre, que en un momento de dolor dice que ojalá que su primogénita hubiera nacido hombre; los hermanos, que tienen que limpiar el honor de la familia; la madre, que no puede ayudar a su hija y que lo único que puede darle para protegerla es un amuleto que evita que la miren mal. Y Umay vuelve a coger a su hijo, una y otra vez, y sigue su peregrinaje sin aceptar que su familia la repudie por haber abandonado a un hombre que la maltrataba. Impactante película e impactante final. Multikulti sin serlo, pero en su aspecto más cruel.

Por supuesto que no pretendo comparar una película infantil con una tan dura de adultos, pero sí que no puedo evitar pensar que la adaptación como extranjero es muy diferente dependiendo de tu origen y de lo que la cultura en la que te sumerges vea en ti. Pues aunque lo ignoremos, en occidente existe esa subcultura de los crímenes de honor, de gente no integrada y que sigue viviendo en sus guetos, que no tiene nada que ver con lo multikulti que nos gusta ver, de tiendas y restaurantes que dan color a nuestra vida diaria y que nos hacen sentir bien y tolerantes.

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