jueves, 1 de abril de 2010

April April

"Abril abril" es lo que se dice aquí el día de hoy. Es el día de gastar bromitas, y cuando se dice eso, lo que te quieren decir es que lo anteriormente dicho era broma. Por ejemplo, las profesoras de mis hijas han gastado bromitas hoy en clase: una ha dicho que el examen de gramática de la semana que viene lo podrían adelantar a hoy, pues "niños, os lo sabéis ya muy bien"; y la otra les ha dicho a los leones enjaulados de primero que a partir de hoy no podrán salir más al recreo, que lo cierran para siempre. "April April" dijeron ambas a continuación, para alivio de los asustados niños.

Pero hay bromitas que no son tales. Como el hecho de que una de mis hijas ha salido hoy con fiebre del colegio y dolor de garganta. A partir de mañana es fiesta, así que podrían ser jornadas muy "caseras" ... por no decir otra cosa peor. Pero este primer día de abril está siendo como mandan los cánones, o wie im Bilderbuch ('como en el libro de fotos'), como se dice en alemán: Tenemos lo que se llama Aprilwetter, 'el clima de abril', que significa que en el mismo día sale el sol, llueve, graniza en cuestión de media hora, todo seguido, y eso alternando varias veces al día. El tiempo del mes de abril se las trae, y por eso se habla todo el año de él para denominar a esos días tan hamburgueses donde hace de todo, y donde un amanecer soleado no te evitará que te pongas pingando una hora después.

Lo que tampoco fue una bromita de abril o Aprilscherz (el mes de abril da para mucho vocabulario), fue la invitación a que mi hija pernoctase la noche pasada en casa de un niño. El muy avispado ha celebrado su cumple invitando a cuatro niñas y tres niños a dormir a su casa. Hace bien, pues todavía puede, ya que cumpliendo 10 años se lo puede permitir. Que mande la misma invitación en 4 ó 5 años ... entonces no sé si yo estaría de acuerdo. Y eso a mitad de semana, y habiendo tenido cole hoy. Otra que está para el arrastre.

Encima es Jueves Santo, y no es fiesta. Vale, tenemos el lunes a cambio. Hoy no se celebra nada aquí, pero tiene nombre, Gründonnerstag, literalmente 'Jueves Verde', y no tiene nada que ver con el ecologismo. Tampoco está claro el origen del nombre: unos dicen que por el color verde mencionado en el evangelio que simboliza "la madera verde", como el resurgir de lo nuevo y puro una vez han sido absueltos los pecados. Pero también parece que en el "Jueves Verde" se comía hace siglos verdura de ese color, y además se realizaban tareas en los campos: siembra o poda, en una especie de preparación a la primavera. Huy, esa es mi vecina, que anda ya dándole la vuelta a todas las hojitas de su jardín, y que el otro día me cortó la respiración cuando arrancó el seto (común!) y cambió varios arbustos porque "las hojas no tienen el mismo color verde". A todo esto ella misma fue la que cambió algunos de los arbustos el año pasado porque tenían bichitos o perdían hojas y ocasionó tal "desperfecto". Cada loco con su tema. Yo no me quiero volver así, le decía yo el otro día a mi "asesora" profesional. Precisamente qué hay más natural que la naturaleza y le queremos imponer el mismo color verde a todas las hojas. Como si la vida fuera tan perfecta, como si pudiéramos determinar todo. Yo ahora mismo no sé cómo van a ser los próximos días, y lo acepto. Por mucho que escarbe, ni podré adelantar nada, pero también sé que el tono verde de las hojas del seto no me quita el sueño, y espero no llegar nunca a esa fase, pues entonces ni el blog ni otras cosas me serían importantes. "Debes pensar que estoy loca", me dijo mi vecina en un momento de cordura. Y yo: "No, lo normal que tenemos todos, salvo que en diferentes aspectos". Y esto no es un chiste de abril.

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