lunes, 8 de junio de 2009

Días grises

En Hamburgo el cielo es de color gris, y da igual la estación del año que sea. Hoy es un día así: cielo gris, 12 °C y lluvia; uno de los muchos en los que si no fuera porque sabes en qué mes estás, por el clima ni lo adivinarías, ya que hay muchos días así en cualquier estación del año, salvo que en invierno son aún más fríos, y en las otras tres más o menos igual. Y es que aquí todo me parece más auténtico: el frío es frío de verdad, el viento cortante por la humedad, y hasta el calor, si es que lo tenemos, es más agobiante por la misma.

El clima es casi seguro la mayor difícultad para los que venimos del sur. Ahora, cuando pienso en los inviernos de Madrid, me parece que no son nada. Por supuesto que en muchas zonas de España hace frío, pero no dura tanto tiempo como aquí. Y en cualquier caso hay verano fijo. Puedes hasta permitirte el lujo de guardar la ropa de invierno entre junio y octubre. Aquí no. Aquí preparas la de verano, pero no sabes si la vas a necesitar, nunca se sabe. Puedes achicharrarte de calor, lo cual es la excepción, pero no puedes planear nada de acuerdo con el tiempo. Sí que en primavera suele hacer bueno, pero no se sabe ni cuándo ni cuánto tiempo. Y de los veranos mejor no hablar... El mes de julio es para olvidar la mayoría de las veces, con mucha lluvia y hasta frío, como en julio de 2000, en el que mi padre decía que jamás había pasado tanto frío como ese mes de julio. Estuvimos todo el mes a 12°C y no paraba de diluviar.

Una amiga mía (española claro, un alemán amante de sus árboles jamás diría eso) dice que ella talaría todos los árboles, con la esperanza de que las nubes se fueran para otro lado. Razón no le falta. Se puede poner a llover y estarse días y semanas seguidas así, lo que ella llama "la tapadera". Para colmo tienes que oír frases como "No existe el mal tiempo, sino la ropa inadecuada", que sólo se le podía ocurrir a un hamburgués para justificar un día de verano en el que te estás congelando. Cuando por fin hace bueno unos cuantos días seguidos, encima tienes que aguantar que todos empiecen a protestar porque los jardines se están secando y haya que regarlos. Al final yo les digo que tienen el clima que se merecen, pues no saben apreciar otra cosa. Siempre digo que el error fue el de los primeros pobladores, cuando se les ocurrió plantar un día sus poblados aquí. Gran equivocación.

He acabado por pensar que el estado climático es el que tú tengas en tu cerebro. Si es primavera y decides ponerte unas sandalias, aunque haga frío, lo haces. Hace poco una conocida mía iba en pantalón corto y camiseta de tirantes (con 20°C que teníamos), aprovechando el solecito. Me quedé mirándola tan descaradamente que me tuve que justificar: "Es que eso me lo pongo yo en España con 30°C para arriba", le dije. Pero para un hamburgués eso es el verano. No conocen otra cosa y les vale con los poquitos días al año, si es que los tienen.

Así que cuando hace buen tiempo, te entra hasta estrés: tienes que salir a la calle, tienes que hacer barbacoa, tienes que disfrutar... porque no sabes si será el último día en mucho tiempo. En mis primeros años aquí, cuando me quejaba continuamente del tiempo (ya resigné, y hoy día me quejo de otras cosas), me costaba cogerle la gracia a la expresión que algunos me decían con sorna: "El verano es este año un miércoles por la tarde", y ese día hacía bueno, y era miércoles por la tarde. Al final, para mí el clima se ha acabado por convertir en algo leve, como la insoportable levedad del ser, así que qué mas da que sea junio o noviembre, ... el cielo está gris, y tenemos 12°C, aunque al menos ahora ha parado de llover.

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