martes, 9 de junio de 2009

Mujeres valientes

Acabo de ver en la tele un programa en el que ha salido una amiga mía. Hoy, cuando vino a recoger a sus hijas a mi casa me dijo toda nerviosa: "Hoy a las nueve salgo en la tele". En enero me había comentado que para un programa sobre el cáncer de mama, le habían acompañado durante varios momentos de la enfermedad, a ella y a otra paciente, unos reporteros, para grabar un programa que diera ánimos a otras mujeres en su misma situación. En el momento en el que se grabó el programa estaba metida de lleno en la quimioterapia y llevaba peluca. Ahora, hace más de un mes que se la quitó. Cuando la vi sin ella, me dijo toda sonriente, como durante cada día de su enfermedad, que la tarde anterior ella y sus hijas habían escondido la peluca en el fondo del armario, porque ya no la va a necesitar nunca más, y paseaba toda orgullosa su pelo tan corto. Pero estaba guapa, por su alegría y por su fortaleza. Bravo Andrea!, como se dice también aquí.

Conozco a otras dos mujeres a las que con cuarenta y pocos años les cortaron un pecho, y pasaron por la quimioterapia, radioterapia, y todo lo necesario. Hoy día están curadas y viven más plenamente que nunca, sobre todo una de ellas, que hasta dice que el cáncer le fue la mejor enseñanza que ha tenido en su vida, algo que me parece sorprendente oír y en cualquier caso admirable. Que lo relativizó todo, que le hizo repensarse su forma de vida, y que todo mejoró después. No olvidaré nunca como en medio de la clase de francés dijo: "Mi pelo era distinto antes de tener el cáncer". Nunca había oído a nadie decir algo así tan abiertamente. La segunda me llamó una noche de diciembre y me dijo: "¿Tienes un rato para hablar?". Y me contó que ese mismo día le habían diagnosticado un cáncer maligno y que un par de días después le cortarían el pecho. Este segundo caso lo seguí muy de cerca. Ya han pasado dos años y medio y también ya está curada, pero vive con el miedo a la reincidencia. Ella dice que es lo peor que le ha pasado en su vida, y que aunque admira a la otra (yo las puse en contacto entre ellas), ella no podrá ver el cáncer como algo positivo. Todas diferentes perspectivas, tan válidas como mujeres hay en el mundo.

Y Andrea, que con sus 35 años y sus dos hijas de 5 y 3 años no se deja vencer por el cáncer. En el programa ha contado como ella, en el momento en el que le quitaron el tumor, se sintió curada, y todo lo demás, quimio, etc., ha sido como la medicación para tratar una enfermedad crónica, y nada más. Que lucha, y que no se da por vencida, y lo dijo en enero, sin parpadear, en medio de la quimioterapia. Ahora en junio, me sigue pareciendo igual de alegre, y lo que es mejor, está curada. ¡Bravo Andrea! Por ti, y por todas las mujeres valientes como tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario